Los cadáveres de dos inmigrantes de origen marroquí, ambos varones, fueron hallados ayer sumergidos frente a la costa de Tarifa (Cádiz). Formaban parte de una expedición de sin papeles cuya embarcación encalló en una zona rocosa conocida como Barranco Hondo. Sus muertes elevan a 62 el número de indocumentados que han perdido la vida durante este año en su intento de alcanzar las costas españolas, una cifra que prácticamente duplica la registrada en 2002 cuando se produjeron 35 defunciones.

La Guardia Civil de Tarifa desplegó un dispositivo de búsqueda, con la participación de Salvamento Marítimo y Cruz Roja, tras localizar sobre las cinco de la mañana a un grupo de 12 magrebíes que deambulaban en las inmediaciones de la playa. Una hora antes, la embarcación en la que trataban de alcanzar la costa chocó contra unas rocas.

Era la misma zona en la que a principios de este año siete marroquís murieron ahogados por la misma causa. De hecho, uno de los tripulantes de la embarcación había quedado atrapado entre las rocas y fue rescatado por los agentes. Pocos minutos después, el equipo de buzos de Cruz Roja encontró en el fondo del mar los cadáveres de los dos inmigrantes.

CRISIS NERVIOSA

Los supervivientes del siniestro recibieron una primera atención médica en la playa ya que dos de ellos presentaban síntomas de ahogamiento, otros dos golpes en el cuerpo de carácter leve, siete sufrían hipotermia debido a las duras condiciones del viaje y otro con una crisis nerviosa.

El dispositivo de búsqueda continuó durante todo el día rastreando la zona sin resultado, por lo que es posible que el resto de la tripulación lograra huir.

El destino de la mayoría de los inmigrantes fallecidos eran las playas andaluzas, sobre todo Tarifa, y la isla de Fuerteventura.

Sin embargo, no fue ésta la única operación relacionada con la inmigración que se desarrolló durante el día de ayer. En la misma localidad donde murieron los dos magrebís, la Guardia Civil interceptó a una treintena de subsaharianos en los alrededores de un cámping. El grupo estaba integrado por 19 hombres, ocho mujeres y tres bebés.

Otros 29 sin papeles fueron interceptados a bordo de una patera al sur del Cabo Sacratif, en la localidad granadina de Torrenueva. Sobre las seis de la mañana el Centro Coordinador de Emergencias recibió una llamada, posiblemente un miembro de la tripulación, quien alertó sobre la grave situación de la patera.