Los juicios paralelos en los medios de comunicación alcanzaron ayer el culmen con la confesión en un programa de televisión de la esposa de Santiago del Valle, principal acusado de la muerte de la niña onubense Mariluz Cortés, de la culpabilidad de su marido. Si hace una semana Isabel García dio la coartada a Del Valle para desligarle del crimen, ayer, el día en que el juicio quedaba visto para sentencia, le culpó.

En medio de un ataque de llanto por el duro interrogatorio al que fue sometida en El programa de Ana Rosa, García se derrumbó y acabó contando lo que ya había dicho inicialmente a la policía y al juez instructor. Que fue Santiago, condenado por pederastia, quien acabó con la vida de la pequeña "por accidente", ya que se le cayó cuando trataba de que entrase en la casa para que ella la conociera. Luego, continuó García, su esposo se deshizo del cuerpo junto con su cuñada Rosa, la misma a la que responsabilizó de todo el miércoles 16, primer día de juicio.

Poco después de su confesión en la tele, según informó la agencia Efe, la mujer fue acompañada a la comisaría por los propios periodistas para que ratificase su acusación de forma oficial.

La declaración televisada de Isabel García puede suponerle una acusación de falso testimonio, pero, al no haberse producido en la sala, no afecta al desarrollo del juicio, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

Tanto la fiscalía como la defensa de Rosa del Valle, acusada de haber ayudado a su hermano a deshacerse del cuerpo, ya habían solicitado el pasado día 16 que se dedujese testimonio por perjurio, al entender que existía una contradicción entre las palabras de García en la vista oral y sus declaraciones anteriores, que constan en el sumario. Ayer volvieron a pedirlo en sus informes finales, por lo que si el tribunal acepta (ya en sentencia), el caso se mandaría a un juzgado de instrucción para que se inicien diligencias.

PERSONA MANIPULABLE La versión que ofreció en el juicio García fue puesta en tela de juicio por los psiquiatras que testificaron en días posteriores. Coincidieron en que es una persona "fácilmente manipulable" que siente "pasión" por su marido y un miedo exacerbado a que la abandone. Y dedujeron que era "capaz de fabular o inventar" para contentar a Santiago del Valle.

Ajeno al circo mediático, en la Audiencia de Huelva el ministerio público planteó ayer que hay pruebas "suficientes" para incriminar a los hermanos Del Valle, pese a que las pruebas científicas señalen lo contrario. Por su parte, el abogado de Santiago admite que el acusado pudo estar con la niña, pero es "imposible" que sea condenado porque solo hay "hipótesis" para incriminarlo. En la misma línea, la abogada de Rosa cree que no hay pruebas que acrediten "más allá de toda duda" que colaboró a deshacerse del cuerpo. Los acusados de la muerte de la pequeña reiteraron su inocencia en esta última sesión, tras seis horas y media en las que todas las partes expusieron sus conclusiones. Santiago del Valle incidió en que está "conforme" con lo que señaló su letrado, Juan López Rueda, a lo que añadió que es "inocente".