Solo le fracturó el dedo y le produjo una herida que acabó infectada, pero el susto fue descomunal y quedó solo en una anécdota ante lo que pudo haber sido una auténtica tragedia.

Melissa Brunning, de 34 años, se encontraba de vacaciones en la bahía de Dugong, en el norte de Australia. Estaba en la cubierta de un barco acompañada por varias personas cuando con su mano derecha dio de comer a un tiburón nodriza leonado (Nebrius ferrugineus). El escualo, sim embargo, no solo mordió el alimento que le ofrecía: su mandíbula, dotada de varias hileras de afilados dientes triangulares, agarró también el dedo índice de la mujer y a punto estuvo de arrastarla al agua. Los acompañentes de Brunning impidieron la tragedia.

Según ha relatado al Daily News Australia, la mujer creyó que el tiburón le había arrancado el dedo: “No podía mirar el dedo porque pensé que lo había perdido y que si lo miraba probablemente entraría en estado de ‘shock'".

Las personas que se encontraban con ella en el barco la pudieron calmar al ver que conservaba el dedo. Decidió no acudir al hospital y que la herida curara sola. Sin embargo, al llegar a su casa, en Perth, la mordedura se le había infectado tanto que necesitó acudir a un centro hospitalario, donde le realizaron una cirugía tras constatar que el dedo estaba fracturado.

Tras la traumática experiencia, Brunning ha admitido su error al intentar dar de comer al tiburón y ha aprovechado para aconsejar que nadie hacer lo mismo en el futuro. "Sé consciente de tu entorno y no alimentes a los tiburones", ha declarado.