Este es uno de esos vídeos que debería llevar la advertencia de "No lo intenten en sus casas" o "Imágenes rodadas por un especialista". Los protagonistas de las imágenes es una mujer, su perro y un cocodrilo, que pasean por las inmediaciones de un río en algún lugar del Territorio del Norte (Australia), donde se estima que hay alrededor de 120 cocodrilos.

La señora está a orillas del río con su can y en el agua se pueden ver dos o tres cocodrilos. De pronto, uno de ellos se acerca a la señora, que parece una aborigen australiana, y esta, en vez de amedrentarse, coger a su perro (que parece un cachorro) y salir corriendo, se quita una de sus chanclas y, acercándose al borde del río, se la muestra al cocodrilo. Al ver que este ni se inmuta, sacude la chancla y, golpeándola con la mano, le grita algo al animal que, esta vez sí, sale nadando con rapidez.

Las imágenes, que se publicaron a mediados del mes pasado, llevan una advertencia al final en el que se indica que la mujer, más que valiente, fue imprudente. Y que el cocodrilo no atacó porque el perro -la posible víctima real del cocodrilo- se alejó de la orilla.