Nalgas insinuadas o evidentes (Queso Arias, Via Plus, Turespaña); mujeres equiparadas a bombonas de butano (Cepsa); hombres que les dicen a ellas cómo abrillantar (Don Limpio, WC Net o Tenn); cantos a la anorexia (yogures Pascual). Todo esto aparece en anuncios publicitarios. El ICD, Instituto Catalán de la Dona (mujer) los ha recopilado y ha denunciado a las empresas el trato sexista, cuando no denigrante o vejatorio, de mujeres que se muestran con esquemas sesgados y rancios.

"Las mujeres han avanzado en todos los campos, pero parte de la publicidad perpetúa la imagen de una mujer pasiva, poco preocupada por el mundo que la rodea y muy pendiente de su belleza", explicó Joana Ortega, directora del ICD.

A partir de las quejas recibidas en el 2002, el ICD ha actuado en 24 ocasiones contra contenidos sexistas de la publicidad. Un 71% eran anuncios de televisión. En el 17% de los casos se consiguió la retirada y en un 21% las empresas dijeron que otra vez corregirán.

La alimentación y la limpieza fueron los ámbitos donde más se denigró a la mujer. Por contra, otros sectores productivos han empezado a recapacitar: El mundo del automóvil (impensable hace una década sin mujer despampanante al lado) ha visto reducido el porcentaje de denuncias.

Ayer, el Observatorio de las Mujeres en los Medios de Comunicación, organimso impulsado por 10 ayuntamientos de Barcelona, también hizo balance de la publicidad sexista. Coincidió en las denuncias del ICD y, en algún caso, fue más alla. Como en un anuncio de Turespaña, destinado a promocionar España que presenta a una mujer con el torso desnudo y la señal de un tanga marcado en la piel.