¿Por qué en los libros de texto solo se nombra al hombre prehistórico y no a la mujer prehistórica? ¿Por qué se asocia a las mujeres con el fuego como elemento del hogar pero nunca con su descubrimiento? La respuesta es que los restos arqueológicos hallados no permiten asignar de forma exacta las diferentes actividades que uno u otro sexo realizaban, por eso se utiliza el neutro masculino. Esto ha provocado que el papel de las mujeres hayan sido siempre de actrices secundarias cuando se explica la vida de estas sociedades.

La exposición Las Mujeres en la Prehistoria , que ayer se inauguró en la Sala Europa de Badajoz, rescata el protagonismo del sexo femenino en este periodo para ofrecer una visión más ajustada de lo que debió ser la realidad cotidiana de estos grupos, según Begoña Soler, comisaria de la muestra y conservadora del Museo de la Prehistoria de Valencia, al que pertenecen los fondos.

"Parece que las mujeres nunca intervenían en este periodo de la historia, y lo que hemos querido es hacerlas visibles y presentar la posibilidad de que participaran en las actividades cotidianas de estos grupos", expone.

Se trata de la primera muestra monográfica dedicada a la mujer prehistórica que se realiza en España y es el resultado de la corriente de investigación iniciada en la década de los 80, denominada arqueología de género, que investiga qué hacían y cómo eran las mujeres en la Prehistoria.

Los primeros en visitar la muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 25 de abril, fueron un grupo de alumnos del instituto Bárbara de Braganza. Guiados por el director del Museo Arqueológico de Badajoz, Manuel de Alvarado, recorrieron los módulos temáticos que la integran.

A través de réplicas, recreaciones y copias de distintos útiles se conoce a los primeros grupos cazadores y recolectores y su evolución a las sociedades neolíticas. Además, hay un bloque dedicado a la imagen de la mujer que explica cómo se ha representado el sexo femenino en la Prehistoria; y otro centrado en la reproducción. En el último módulo, se compara a las mujeres que hoy aún viven en una economía que podría ser similar a la prehistórica, para comprobar cómo en sociedades cazadoras o recolectoras actuales la mujer es igual de necesaria que el hombre para que el grupo se mantenga. "En la Prehistoria, todos los miembros debían colaborar por necesidad y es absurdo pensar que una parte estuviera relegada a solo tener hijos".