Mujeres, solteros, adolescentes y jóvenes son las personas que peor han vivido el confinamiento por la epidemia de coronavirus. El departamento de psicología de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona ha llegado a esta conclusión después de haber realizado un estudio que ha analizado las características de 2.055 personas de toda España.

El estudio tenía por objetivo conocer las variables sociodemográficas y psicológicas personales que se relacionan con una mejor o peor adaptación a la experiencia de encerrarse en casa y así poder ayudar a diseñar acciones preventivas para la población más vulnerable.

Tras realizar las 2.055 encuestas, los investigadores han comprobado que aquellas personas que vivieron el confinamiento como una experiencia desagradable son mayoritariamente las mujeres, los adolescentes y jóvenes, los solteros, los que vivían solos y los que tenían miedo a perder el trabajo.

LAS GRANDES DIFERENCIAS

El hecho de que las mujeres tuvieran un mayor estrés que los hombres "podría deberse, en parte, a los problemas de conciliación", según ha explicado Fàbia Morales, líder de la investigación, a la agencia EFE.

Por otra parte, el estudio aprecia que las personas con miedo a perder su trabajo han vivido peor el confinamiento que aquellas que ya lo habían perdido. Lo que sugiere que la incertidumbre en lo que se refiere al propio trabajo dificulta la adaptación a una situación de confinamiento.

Según Morales, el motivo por el cual las personas de más edad se adaptaron mejor al confinamiento que los jóvenes es que "para los adolescentes y jóvenes, la socialización es más central y para las personas de más edad lo es la familia".

El trabajo también concluye que el confinamiento fue una experiencia menos negativa para las personas que conviven con pareja y sin hijos, que para las que viven solas o tienen una relación pero no se confinaron con su pareja.

LA IMPORTANCIA DE LAS CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS

Durante el estudio, los investigadores han visto que la estabilidad emocional, la capacidad de resiliencia en situaciones adversas, tener autoestima y ser optimistas han ejercido de factores protectores frente a la nueva situación a la que nos enfrentamos en marzo.

En este sentido, la investigación ha hecho un hallazgo que diferencia la población española de la de los otros países donde también se han hecho estudios similares, al observar que las personas extrovertidas se adaptaron mejor al confinamiento.

Morales explica: "Teníamos la hipótesis de que la necesidad de socialización de las personas más extrovertidas sería un factor que les haría vivir más negativamente la distancia social, pero en realidad son más resilientes y, en el caso de España, pudieron beneficiarse de las redes vecinales que se crearon".

Una vez establecidos los perfiles de las personas que peor y mejor se adaptan al confinamiento y la cuarentena, los investigadores han diseñado otra encuesta para determinar el perfil de las personas que cumplen mejor y de las que incumplen las medidas y recomendaciones sanitarias y sociales sobre la pandemia. La responsable de la investigación ha avanzado que "con esto tendremos una imagen completa para elaborar recomendaciones útiles para cumplir las medidas y saber a qué grupos debemos dirigirlas especialmente".