El príncipe Ernesto de Hannóver, marido de Carolina de Mónaco, tendrá que volver a pagar por sus malas pulgas. Un tribunal austriaco le ha impuesto una multa --cuyo importe aún no ha trascendido-- por insultar y dar una patada en el trasero a un técnico de sonido. El damnificado, cuyo médico presentó una denuncia contra el noble por daños físicos, encajó los golpes e insultos el pasado febrero, en una estación de esquí austriaca.