La pelea conyugal que costó el cargo al ex juez decano de Barcelona, José Manuel Regadera, se ha saldado con una multa por una falta de lesiones para el magistrado, que afrontaba nueve meses de cárcel por un delito de maltrato con el que incluso se exponía a ser expulsado de la carrera judicial.

El juzgado de lo penal número 16 de Barcelona ha condenado a Regadera a una multa de 360 euros y a indemnizar con otros 210 euros a su ex mujer, María Rosa I., a la que absuelve de todos los cargos al considerar que arañó a su marido en legítima defensa para protegerse de su agresión.

La pelea ocurrió el 2 de abril pasado en el domicilio conyugal después de que María Rosa I., notaria de profesión, descubriera una infidelidad de su ex esposo, con el que había contraído matrimonio apenas unos meses antes, según la sentencia.

La discusión comenzó en el salón de la vivienda y prosiguió en el dormitorio, donde Regadera "agarró a María Rosa I. de las muñecas con fuerza, le separó los brazos y, sin soltarla en ningún momento, la empujó violentamente contra la pared y la puerta de la habitación con la intención de echarla", añade el fallo.

Según la juez, el acusado situó a su esposa en el umbral de la puerta e intentó cerrar ésta con fuerza, con lo que el brazo de la mujer quedó atrapado, y, posteriormente, volvió a agarrarla por las muñecas, momento en que María Rosa I. consiguió liberar una mano y arañarle.

La magistrada da así credibilidad a la versión de la ex esposa de Regadera, porque, en su opinión, es la que ha mantenido invariablemente desde el primer momento y porque las lesiones que padeció están corroboradas por los informes médicos: "La declaración de la esposa es convincente, firme y detallada", agrega. Por el contrario, pone en duda los golpes y mordiscos que el ex juez decano dijo haber recibido de su esposa, cinturón marrón de kárate.