Chumy Chúmez practicaba en vida el humor negro y surrealista. Ayer, sus compañeros de profesión, amigos y representantes del mundo de la cultura y la política decidieron despedirse de él recordando sus chistes. Su amigo José María Pérez González, Peridis, resumió el sentimiento de todos: "Ha hecho muy mal en morirse".

Todos los que visitaron ayer la capilla ardiente, en el tanatorio madrileño de la M-30, coincidieron en destacar su ingenio y la diversión que suponía compartir con él una tertulia. Peridis recordó que Chumy Chúmez, fallecido el jueves a los 75 años y que será enterrado hoy en el cementerio de la Almudena, "podía hacer humor negro de todo".

Antonio Mingote precisó que era "un artista completo y un verdadero intelectual" y que catalogarlo como humorista no era suficiente: "Le viene muy corta una definición tan desprestigiada estos días". El veterano dibujante, que a pesar de ser mayor que Chúmez se considera "estrictamente contemporáneo", subrayó que eran los dos únicos humoristas que quedaban de la época de la revista La Codorniz. Mingote explicó que su sentido del humor estaba hecho de agudez porque "Chumy no era un gracioso de chirigota". Luis del Olmo, para el que Chúmez trabajó diez años en el programa Protagonistas, habló de las "segundas intenciones" que había siempre en sus comentarios.