Son tres mujeres. Una madre (Caroline Masson), una hija (Nathalie), y la mejor amiga de la segunda y alumna de la primera (Thalía). Son amantes de la música como arte. Y también del baile. Son el grupo Indira. Una pequeña gran familia, según mismo definen sus componentes.

El próximo sábado actúan en Casatejada dentro de las actividades del Día de la Comarca del Campo Arañuelo. Y así, poco a poco, van sumando actuaciones por los pueblos de la zona para darse a conocer. Tras comprobar el año pasado que su idea musical funcionaba y gustaba, la intención ahora es mostrar su música, calificada de "alternativa". "Es difícil de encajar. La gente queda muy sorprendida con lo que hacemos", explica Caroline, una francesa que vive en Navalmoral desde hace tres años y que es profesora tanto de la escuela municipal de música como de una privada.

De hecho, en su repertorio de una hora y media aproximadamente se puede oír desde música clásica, jazz, soul, tango o canción francesa, hasta temas de High School Musical o de Titanic, por ejemplo. La voz lírica de Thalía, de 11 años, concuerda a la perfección con la voz y los sonidos de la flauta travesera de su amiga Nathalie, de 14, y con el piano de Caroline. Ultimamente el baile ha entrado a formar parte del espectáculo. "Queríamos que el repertorio fuera más ameno, para todos los públicos. Por eso también el espectáculo se divide en dos partes", explican las tres con un gran sonrisa en la boca. Y es que, recuerdan e insisten que su música no es similar a la que puede verse en las fiestas de los pueblos.

Hablan de feeling (se entienden con sólo mirarse, aseguran), de que están cómodas en el escenario, de que se crecen, de que el público se muestra sorprendido de manera positiva con lo que hacen. Hablan también de ilusión y de trabajo. De amistad. De sus estudios y de las horas de ensayo. De que sus canciones se lucen más en recintos cerrados. De que, por supuesto, les gustaría dedicarse a la música en el futuro. Hablan (también lo hacen los padres de Thalía) de que tienen pendiente la confirmación de otras actuaciones para este verano, lo que supondría la consolidación de que aquello que surgió como una prueba el año pasado tiene continuidad y futuro.

Aunque, eso sí, con muchos matices, que se encarga de poner la adulta del trío, la que lleva la voz cantante, como no podía ser de otra manera. "Lo importante es que se formen. Esto es un trabajo lento y duro. Deben tener una buena base y mucho nivel técnico. Que no crean que es gratis", afirma Caroline. De momento, la música forma parte de sus estudios y formación y también es su hobby y ocupación en el tiempo libre. Es la que sube a los escenarios a Indira para mostar algo diferente en femenino y en plural.