La Junta Militar de Birmania (Myanmar) prosiguió adelante con su plan de celebrar hoy un referéndum para aprobar su proyecto constitucional, pese a los llamamientos en contra de la ONU y otros por la devastación causada por el ciclón "Nargis" en el sur del país. La población de las zonas más afectadas por el ciclón, Rangún y 47 población del delta del Irrawaddy, según el Gobierno, acudirán a las urnas el próximo 24 de mayo. Los centros electorales abrieron a las 06.00 hora local (23.30 GMT) y cerrarán a las 16.00 (09.30 GMT).

Es imposible saber sí se cumplió el horario de apertura en todos los centros y la cantidad de personas que acuden a votar porque todos los medios de comunicación en Birmania los controla el Estado y sólo informan de lo que le conviene a las autoridades. El régimen había pedido la aprobación del borrador constitucional que comenzó a redactar en 1993 y que concluyó el año pasado sin contar con la oposición democrática, había dicho por televisión, radio y prensa escrita que el verdadero patriota votará "sí", mientras que por el otro lado intimidaba o detenía a cualquier individuo que promocionaba el "no".

Según algunos analistas, la Junta Militar continuó adelante con el referéndum porque teme que si hace una concesión a la comunidad internacional habrá abierto la puerta para más demandas. La oposición democrática encabezada por la Liga Nacional por la Democracia (LND), de la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, y las principales organizaciones de las etnias minoritarias han rechazado el texto constitucional por entender que legitimará la dictadura militar.

Los "padres" de la nueva Constitución reservan al estamento castrense un cupo de escaños en el Parlamento suficiente para que se deba contar con ellos en cualquier futura enmienda constitucional, además concede al Jefe de las Fuerzas Armadas voz en la formación del Gobierno. Los militares y sus colaboradores tampoco podrán ser perseguidos y condenados por delitos que cometieron en el pasado. Si gana el "sí", el Gobierno ha prometido celebrar elecciones parlamentarias en 2010.

Birmania está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones democráticas desde 1990, cuando el partido oficial perdió estrepitosamente ante la LND, resultado que nunca acató la Junta Militar.