En 1984, el príncipe Saad abrió las puertas de su castillo de Rocafort a El PERIODICO y concedió una entrevista. Su colaborador, Agustín González, estaba presente, y, en un momento de la charla con los periodistas, éste le dijo al príncipe saudí: "Pero, ¿por qué te gastas tanto dinero en Catalunya, en un castillo que nunca podrás vender porque nunca habrá nadie que pueda comprarlo?"

El príncipe miró a su entonces fiel apoderado y le reprochó: "Lo que pasa es que tú piensas como un catalán tacaño". En contra de su propio pronóstico, Agustín González Hernández sí vendió, y bien, todas las propiedades del príncipe árabe.