La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció ayer que propondrá una reducción de la velocidad máxima en autovías y vías urbanas para rebajar el consumo de carburantes y la contaminación atmosférica que provocan los tubos de escape y la elevada cifra de víctimas mortales que se registran cada año en España.

La medida figura dentro del primer plan español contra el cambio climático, el denominado Plan Nacional de Asignación de Emisiones, cuya finalidad es luchar contra la emisión de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, que el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el viernes.

Narbona, que no concretó la cantidad exacta de reducción de la velocidad que solicitará, subrayó que está dentro del paquete de medidas que el Gobierno va a ir desarrollando durante los próximos meses. "Ya hay ayuntamientos que han apostado por una movilidad más sostenible dentro del casco urbano", dijo.

Fuentes de Medio Ambiente señalaron que la medida será debatida y consensuada en los próximos meses con las partes implicadas, los ministerios de Fomento e Interior y las CCAA antes de ser adoptada.

EL DESMARQUE El Ministerio del Interior y la Dirección General de Tráfico (DGT) se desmarcaron de la propuesta. "La limitación sólo afecta a las vías del casco urbano", aseguró la portavoz, Enriqueta Cepeda. Cepeda insistió en que en el protocolo de Kioto sobre emisiones de CO2 no se habla de límites de velocidad en carretera y que la DGT participa en grupos de trabajo para aplicar la directiva europea en la legislación española, sobre todo a los vehículos nuevos, para limitar la emisión de gases.

La portavoz de medio ambiente del PP en el Congreso de los Diputados, María Teresa Lara, afirmó que esta medida es una más de las 400 que proponía la estrategia sobre cambio climático que se aprobó en enero.

"A diferencia del PSOE, somos partidarios de incentivar en lugar de prohibir", defendió.