TDtecía Pascal que si la nariz de Cleopatra hubiera sido más corta habría cambiado la faz de la Tierra. No estoy tan seguro. Marco Antonio se habría enamorado de ella igual, fijándose en otra cosa, en su cuello o en sus manos, por ejemplo. Pero supongo que se fijó en lo más curiosón, la nariz, para canalizar sus ganas por la egipcia, con la que intentó ser feliz. Y es que las cosas que nos hacen felices aparecen donde menos te lo esperas. En una nariz, en una mano, en una oreja- Recuerdo el caso de una francesa que descubrió que tenía el punto G en la oreja y fue consciente de ello gracias a los bastoncillos para la limpieza. Así, limpiando, limpiando, tuvo su primer orgasmo de oído, que es como aprenden a tocar los buenos músicos. Quién sabe, lo mismo Cleopatra tenía el punto G en la nariz y Marco Antonio se lo descubrió a golpe de pañuelo. En esto del sexo y sus formas cada uno tiene sus teorías, más o menos válidas, más o menos felices. Dice la actriz Kate Winslet que cuando rueda escenas de sexo intenta mostrarse en calma, como la azafata de un avión en plenas turbulencias. Una teoría que comparten muchos. Es como la foto de familia que se hizo el PP ante esta pesada historia del espionaje y las tramas corruptas. Todos posaban como las azafatas de un avión en plenas turbulencias, aparentando tranquilidad pero mirando de reojo las orejas de los que estaban al lado para ver si se las habían limpiado con bastoncillos. La limpieza en política es como un orgasmo, te quedas relajadito y feliz, tal y como debe haberse quedado Zapatero con la marcha de Bermejo . La limpieza, en política, sirve para que todos crean que si Cleopatra hubiera tenido la nariz más pequeñita la historia habría sido distinta. Yo no estoy tan seguro.