Nadie ha podido explicar aún qué pasó el 20 de abril en el pozo Macondo, a más de un kilómetro bajo la superficie del mar, y muchos esperan una respuesta en el complejo engranaje de tuberías y válvulas de 300 toneladas y 15 metros que falló. El mecanismo fue retirado el viernes tras un retraso forzado por la formación de cristales en su interior. Finalmente, tras esperar a que se derritieran, fue llevado a la superficie el sábado tras una operación de 30 horas. La presencia de agentes del FBI entre las 137 personas que recibieron en una plataforma el mecanismo sirvió para subrayar su trascendencia. Su destino es un laboratorio de la NASA en Luisiana, en donde se analizará su funcionamiento.