Haber tenido un historiador a sueldo no habría venido mal. Tampoco un poco más de presupuesto para comprar cintas y no tener que reciclarlas. La NASA, que se prepara para los actos de mañana con motivo del 40 aniversario de la llegada del hombre a la Luna, presentó el jueves el avance de una versión digitalizada y remasterizada de las imágenes de aquel momento, pero admitió que casi con toda seguridad se han perdido para siempre las grabaciones originales que tomó la cámara manejada por los propios astronautas, que quedó tras su viaje en el Mar de la Tranquilidad lunar.

Hace tres años, la agencia espacial ya admitió que no conseguía localizar las más de 13.000 cintas grabadas en las misiones Apolo, incluyendo las del memorable alunizaje del Apolo 11. La conclusión a la que ha llegado tras una búsqueda exhaustiva es que esas cintas estaban entre las 200.000 borradas magnéticamente para ser reutilizadas posteriormente y grabar datos enviados por satélites.

"No creo que nadie en la organización hiciera nada malo", dijo Dick Nafzger, ingeniero del Goddard Space Flight Center de Maryland que supervisó la difusión televisiva en 1969 y que ha dirigido la búsqueda en mastodónticos archivos públicos y hasta en casas privadas.