La NASA ha recuperado el contacto con el telescopio espacial Kepler, sonda dedicada a la búsqueda de planetas extrasolares, tras los problemas experimentados el pasado fin de semana. El telescopio ya se encuentra "estable" y "a salvo", ha indicado la agencia espacial de EEUU en un comunicado.

Los ingenieros de la NASA recuperaron el contacto con la nave, situada a unos 120 millones de kilómetros de la Tierra, y pudieron revertir el "estado de emergencia" que el jueves pasado activó la nave, ha indicado el jefe de la misión, Charlie Sobeck.

De esta forma, en la mañana del domingo, la nave alcanzó un estado "estable" con su antena de comunicaciones apuntando a la Tierra, de forma que los científicos pudieron descargar los datos que recolecta el telescopio en su viaje por el espacio.

"Llevaremos a cabo una investigación, con la prioridad de que la nave vuelva a sus operaciones científicas", ha subrayado Sobeck.

Esta es la primera vez que Kepler activa el modo de "emergencia" en sus siete años en el espacio, algo que la NASA calificó de "anómalo" y en el que puso todos sus esfuerzos, dando al equipo encargado de la nave acceso prioritario a las comunicaciones que la agencia espacial envía al espacio.

Kepler completó su primera misión espacial en el 2012 y, desde entonces, ha aportado información sobre la posible existencia de 5.000 planetas fuera del sistema solar, de los que la NASA ya ha podido confirmar la existencia de mil.

En 2014, la nave espacial Kepler comenzó una nueva misión llamada K2 y con la que, además de buscar planetas fuera del Sistema Solar, tiene previsto identificar estrellas jóvenes, supernovas y otros cuerpos astronómicos.

Entre los mayores logros del telescopio figura el descubrimiento en el 2015 del "primo de la Tierra", nombre con el que la NASA bautizó al primer planeta descubierto en una zona habitable en la órbita de una estrella similar al Sol, lo que convierte a este cuerpo en uno de los mejores candidatos para albergar vida extraterrestre.