La NASA volvió a retrasar ayer, por segundo día consecutivo, el lanzamiento de la sonda Mars Reconnaissance Orbiter desde Cabo Cañaveral (Florida). La decisión se tomó después de que, minutos antes de la hora prevista para el lanzamiento, se detectara un problema en uno de los programas informáticos que controlan el combustible.

Los técnicos de la agencia espacial estadounidense, que volverán a intentar hoy el lanzamiento, recibían información de los sensores según la cual los tanques de combustible estaban secos cuando en realidad estaban siendo llenados. "No estábamos seguros de cuál era la causa y sentimos que no nos quedaba tiempo suficiente", explicó Chuck Dovale, director de lanzamientos de la NASA.

El problema retrasa una importante misión, de 600 millones de euros y en la que la sonda pasará cuatro años girando alrededor de Marte y recopilando información para futuras exploraciones. La nave viaja equipada con la mayor cámara telescópica enviada nunca al espacio y está previsto que llegue a la órbita de Marte en marzo del 2006. En el planeta ya hay dos naves de la NASA, Spirit y Opportunity, y en su órbita se encuentran la Global Surveyor, la Mars Odyssey y la Mars Express de la Agencia Espacial Europea.