Natascha Kampusch, la joven austríaca que permaneció secuestrada durante ocho años en un sótano debajo de un garaje en la afueras de Viena, tuvo que dirigirse durante años a su secuestrador con las palabras "mi amo y señor".

Este caso tiene conmocionada a la población austríaca desde que la chica logró huir ayer al mediodía de su secuestrador, más aún cuando varios expertos han revelado que esta sufre el síndrome de Estocolmo.

Un antiguo compañero de trabajo del supuesto secuestrador, Wolfgang Priklopil, dijo hoy a Efe en Viena que el hombre era "muy extraño, tacaño y violento" y que su entorno laboral comentaba "que había que internarlo"