La National Geographic Society fue galardonada ayer con el premio Príncipe de Asturias de comunicación y humanidades por su contribución a la preservación del patrimonio histórico, antropológico y cultural del planeta. La sociedad, que edita entre otras la revista National Geographic , es una de las organizaciones científicas y educativas sin fines de lucro más grande del mundo.

La candidatura ganadora, sin ningún voto en contra, se impuso en las votaciones finales a la mítica agencia de fotografía Magnum y a la cadena británica de radio y televisión BBC. El premio, como los otros ocho galardones, está dotado con 50.000 euros y la reproducción de una estatuilla diseñada por el artista Joan Miró.

Los miembros del jurado, presidido por el abogado Manuel Olivencia, valoraron la labor de la entidad, desde hace más de un siglo, por dar a conocer el trabajo de más de 500 científicos de todos los campos.

El presidente de la sociedad, John Fahey, aseguró desde Washington que el premio es un "honor" y se mostró "entusiasmado" tras conocer la noticia. Fahey consideró el Príncipe de Asturias un reconocimiento a los "casi 120 años que National Geographic lleva informando a la gente del Planeta sobre las maravillas del mundo".

CANAL DE TV Y BECAS La cara más visible de la sociedad es la revista, que vio la luz también en 1888, aunque en principio era una tosca publicación en sepia que sólo se distribuía a los miembros de la asociación. La revista se pasó al color en 1962. Hoy tiene 28 ediciones diferentes, desde Japón a Corea, pasando por España, y una circulación de 8,5 millones de ejemplares en todo el mundo.

Otro pilar de la rama divulgativa de la sociedad es el canal de televisión National Geographic Channel, que se emite en varios países, así como la publicación de un extenso servicio de mapas y un catálogo editorial sobre cualquier tema relacionado con la investigación científica.

Además, desde 1890 ha otorgado más de 7.500 becas a proyectos de exploración o investigación, entre ellos a algunos tan sonados como el hallazgo de los restos del Titanic en 1985, la excavación del Machu Picchu en 1912, el primer vuelo sobre el Polo Sur en 1923 o el descubrimiento de los restos del homínido Lucy en 1927.

Otra reacción fue la del Príncipe de Asturias, quien envió un telegrama a Fahey, felicitándole por la concesión, y le recuerda "las conquistas realizadas en la exploración de la Tierra" por la sociedad, informa Efe..

Además, recalca su "extraordinaria labor de divulgación científica para la conservación del patrimonio natural, histórico y artístico", todo ello, añade, "de trascendental importancia para la humanidad".