Huelva se caracteriza por lo extenso de sus parajes naturales, la naturaleza en estado virgen es uno de sus mayores patrimonios, pues un tercio de la superficie está amparado por distintos tipos de protección. Doñana y la Sierra albergan los espacios naturales más importantes, a los que se suman ocho parajes naturales, tres reservas naturales y cinco monumentos naturales, entre ellos destaca el Paraje Natural Marismas del Odiel, refugio para los aficionados a la ornitología.

El Espacio Natural Doñana, es reserva de la Biosfera y declarado en 1994 Patrimonio de la Humanidad, está considerado uno de los entornos naturales más importantes del mundo, con una extensión de 100.000 hectáreas de espacio protegido, localizado casi en su totalidad en la provincia de Huelva. Mundialmente conocido por la diversidad de sus ecosistemas, Doñana es un mosaico orgánico que incluye lagunas, playas, dunas móviles y fijas, cotos y marismas, así como diversas zonas de transición. Estos diferentes espacios salvajes albergan una riquísima variedad de fauna y constituyen el refugio de invernada de más de 300.000 aves acuáticas al año. En Doñana conviven dos de las especies animales en mayor riesgo de extinción de la fauna europea, el águila imperial y el lince ibérico, ambas endémicas de la Península Ibérica.

Al norte de la provincia se encuentra la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y que en la Edad media fue escenario de luchas fronterizas con el cercano Portugal. El legado histórico de aquellos conflictos lo constituyen las numerosas fortalezas que forman la llamada ´Banda Gallega´ y que conforman hoy día la Ruta de los Castillos en un recorrido por los 28 municipios serranos de arcaicas tradiciones, gastronomía y artesanía, que son la cuna de los más afamados jamones del mundo. Es un importante foco de turismo rural, por la belleza de su entorno natural y sus raíces históricas y manifestaciones culturales.

El Parque Natural de Aracena y Picos de Aroche ocupa una superficie de 184.000 hectáreas nutridas por un bosque de encinas, alcornoques y quejigos. En el fondo de los barrancos, los arroyos y riachuelos son colonizados por especies adaptadas a suelos húmedos y encharcados, como sauces, alisos y fresnos, que a veces constituyen verdaderos bosques de galería, como en el caso del Múrtigas, aguas abajo de Galaroza. A pesar de las transformaciones del bosque autóctono original de la sierra onubense en dehesas, huertos y cultivos, la fauna del Parque Natural es de una riqueza extraordinaria. Entre las especies de rapaces que nidifican en el Parque se hallan la cigüeña negra, el águila real y el buitre negro.

A la importancia del entorno de Doñana se suman otras humedales de la provincia, como las Marismas del río Odiel, protegidas por su valor medioambiental y situadas a escasa distancia de la capital. Ubicado en las márgenes de la ría de Huelva, entre los municipios de Gibraleón, Aljaraque, Punta Umbría y Huelva, este Paraje Natural está calificado como Reserva de la Biosfera por la Unesco.

La zona protegida cuenta con unas 7.185 hectáreas e integra también las Reservas Naturales de las Marismas del Burro y de la isla de En medio, donde existe gran presencia de limícolas y las convierte en importante cita de invernada de diversas especies de aves acuáticas. La riqueza faunística de las marismas incluye la mayor colonia de cría de espátulas del continente, que acoge alrededor de un tercio de la población europea. Las marismas son también el hábitat de garzas reales e imperiales, cigüeñas negras, grullas y flamencos, además de rapaces vinculadas a ecosistemas palustres como el águila pescadora y el aguilucho lagunero.

Este Paraje Natural cuenta con el Centro de Recepción e Interpretación de la Calatilla, que pone a disposición del visitante diferentes recursos para conocerlo. Los recorridos por las proximidades de las salinas permiten un avistamiento tan cercano de aves como los flamencos.

El recorrido por los distintos parajes naturales de la provincia onubense ofrece al viajero una estampa de belleza natural en un marco incomparable con las bondades de la luminosidad característica de este territorio y una climatología que hace apetecible la visita durante todo el año.