Los 26 inmigrantes subsaharianos que el remolcador catalán Montfalcó rescató el pasado fin de semana en aguas del Mediterráneo ya navegan rumbo a España. A las siete de la mañana de ayer, el Montfalcó se encontró a unos 65 kilómetros de las costas de Malta con el buque de Salvamento Marítimo Clara Campoamor , que había zarpado al martes por la noche del puerto de Palma de Mallorca en misión de socorro. El transbordo de los marfileños de un barco a otro se efectuó en menos de media hora.

Estaba previsto que el encuentro tuviera lugar a las tres de la tarde, pero a última hora mejoraron las condiciones de navegación y ambas embarcaciones pudieron incrementar sus velocidades. El remolcador, que el miércoles, bajo temporal, no podía sobrepasar los 3 nudos, pudo navegar a 9 nudos, mientras el buque de socorro lo hacía a 15.

Una vez hecho el transbordo, los dos barcos pusieron rumbo al puerto siciliano de Marsala, donde el remolcador recaló a media tarde para solucionar algunos problemas mecánicos; de paso, los marineros podrán descansar. El Clara Campoamor escoltó al Montfalcó hasta Sicilia, y, sin tocar tierra, siguió viaje hacia el puerto de Tarragona. Si las condiciones marítimas no sufren alteraciones, los inmigrantes llegarán a tierra mañana.

CONTACTOS CON LA ONU Una vez a bordo del barco de rescate, los 26 subsaharianos recibieron mantas y alimentos y fueron examinados por un médico. Salvamento Marítimo informó de que todos se encuentran bien de salud. En cuanto el grupo desembarque en Tarragona, el Gobierno español estudiará la posibilidad de concederles el estatuto de refugiados, toda vez que proceden de un país --Costa de Marfil-- en conflicto. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, dijo el miércoles que se había puesto en contacto con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados con el fin de plantear la posibilidad de distribuir a los inmigrantes por varios países de la UE.

Los subsaharianos viajaban en un cayuco que estaba a punto de hundirse cuando fueron rescatados por la tripulación del Montfalcó , el sábado pasado. Navegaban por aguas libias. Los seis tripulantes y los 26 inmigrantes han convivido seis días en el barco en condiciones difíciles: los almacenes tuvieron que ser habilitados como dormitorios --el buque solo dispone de cuatro camarotes--, la comida y el agua tuvieron que ser racionadas. A pesar de ello, Malta se negó de plano a recibir a los inmigrantes, así fuera de forma temporal, lo que llevó al Gobierno español a quejarse en el seno de la Unión.

"Nuestros pesqueros, cuando recogen a personas que están a punto de ahogarse, están haciendo una tarea humanitaria --subrayó el ministro Jesús Caldera en Bruselas--. "Cuando eso ocurre, deben ser los países cercanos o a donde se dirigían los que se hagan cargo".