Una potente tormenta ártica ha dejado desde el pasado viernes a un millón y medio de hogares sin electricidad en California. La nevada vino acompañada de fuertes vientos y lluvias que causaron graves deslizamientos de tierra, sobre todo en las zonas que ardieron en los incendios de octubre. El vendaval derribó también numerosos árboles, muchos de los cuales cayeron sobre viviendas y vehículos. No obstante, no se produjeron ni muertos ni heridos.

El temporal azotó con especial intensidad el centro y el norte de California, obligando a cerrar las principales autopistas del estado de la costa oeste de EEUU y a cancelar los vuelos de numerosos aeropuertos de la zona. En total, 105 postes de tendido eléctrico y 65 kilómetros de líneas de alta tensión quedaron inutilizadas, dejando a buena parte del estado sin suministro eléctrico.

"Es muy importante estar preparado para los deslizamientos de tierra, sobre todo en las zonas quemadas", dijo el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger. Las lluvias forzaron la evacuación de 4.000 residentes en localidades que podían verse afectadas por deslizamientos de tierras.

AVISO DE PELIGRO El Servicio Nacional de Meteorología lanzó varios mensajes avisando del peligro que puede suponer viajar a según que lugares del estado: "Un viaje a Sierra Nevada pondrá en peligro su vida. No obstante, la extrema tormenta de nieve hará imposible que los equipos de emergencia y trabajadores de obras puedan mantener limpios los caminos".

Mientras, al menos veinticuatro personas han muerto en México y varios países de Centroamérica a causa dela bajada de temperaturas y del temporal que azota la región desde hace días. Países como la República Dominicana y Cuba se preparan para la ola de frío que está desplazándose por la costa oriental de Estados Unidos y que amenaza con alcanzarles en las próximas horas.