EL HOMBRE , de 84 años de edad, estaba casado con 86 mujeres y decidió quedarse solo con cuatro para cumplir con lo que exige la ley islámica. Las autoridades del país nigeriano habían dictado pena de muerte para el anciano polígamo si en dos días no se adaptaba al requisito islámico o se exiliaba. Los divorcios de las 82 esposas empezaron ayer, con el fin de evitar el exilio del país.