Cuando le preguntaron hace dos semanas, el día que abandonó Holanda con su barco Guppy para un viaje de pruebas hasta Portugal, si no temía las olas de los océanos, las embestidas de las tormentas, los meses de soledad y los piratas de Somalia, Laura Dekker tuvo una respuesta preparada: "Siempre puede pasar algo, igual que cuando paseas por una ciudad".

Pero no todo el mundo piensa igual de la vuelta al mundo en solitario de una escolar de solo 14 años, una odisea que desde hace un año origina una fuerte polémica en Holanda, juicios incluidos, y que ha llamado la atención en medio mundo. La joven Laura (el 20 de septiembre cumplirá 15), comenzó esa vuelta ayer de manera oficial cuando con su velero de dos mástiles y 11,5 metros de eslora, zarpó de Gibraltar casi de incógnito. Cansada de la continua atención mediática cambió el puerto de salida previsto, Portimao, en Portugal, por Gibraltar. Solo estuvieron ahí para despedirle su padre Dick y su representante, Peter Klarenbeek. "Laura quería paz, calma", dijo este último ayer. "Fue un momento muy especial, estaba muy feliz". Muy segura de sí misma, además: "¿Peligroso? Todo depende de cómo tratas cada situación. Yo no me dejo guiar por el miedo".

El primer destino de la niña es un puerto en las Canarias, donde esperará el final de la temporada de huracanes antes de atravesar el Atlántico. A diferencia de otras hazañas parecidas de jóvenes aventureros, Laura realizará unas 25 escalas y no hará un viaje ininterrumpido. "Así estaré como máximo tres semanas sola en el mar", fue uno de los argumentos de la joven para restarle riesgo a su aventura, con la que quiere batir el récord de precocidad: hace poco, la australiana Jessica Watson completó su vuelta al mundo en barco tres días antes de cumplir los 17 años, por lo que Laura dispone de algo más de dos años.

NACIDA EN EL MAR Si hubiera sido por ella, habría salido mucho antes de viaje. Nacida en el barco de sus padres cuando estos daban una vuelta al mundo, ya les pidió permiso cuando apenas tenía 8 años. Volvió a insistir a los 10, pero no fue hasta los 13 cuando el padre, con el que convive, le dio su beneplácito. No así su madre, que lo vio con recelos, pero que ahora le ha dado también su permiso. Fue entonces cuando Laura desató la tormenta al desvelar en una entrevista en el diario AD sus planes. Protección de Menores llevó a su padre ante el juez, que prohibió que saliera de viaje. Uno de los argumentos fue que por su edad está aún obligada a ir al colegio.

CURSO DE SUPERVIVENCIA El juez, sin embargo, le ofreció una alternativa: si siguiese un curso de supervivencia y presentase un plan de estudios, ya no había impedimento legal ninguno. El pasado 27 de julio, al haber cumplido con estas exigencias, Laura recibió la autorización judicial, aunque muchos expertos, entre ellos pedagogos y psicólogos, se mostraban contrarios a un viaje cuyos riesgos son difíciles de valorar para una niña de 14 años.

Además, puede toparse con problemas inesperados por su edad. Portugal, por ejemplo, no permite que menores de edad naveguen solos, lo que puede ser otra razón por la que Laura prefirió salir ayer de Gibraltar. Otra de las incógnitas es qué le puede pasar en las aguas del Indico donde operan piratas. "Siempre hay muchos otros barcos que pueden ayudar", contestó ella. Precisamente, le han diseñado un recorrido que pasa por las rutas más utilizadas por los barcos en general.