Una niña de 5 años murió ayer por quemaduras gravísimas en todo el cuerpo en un incendio desatado a las 11 de la mañana en el tercer piso de una vivienda de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Un hermano de la pequeña, de seis años, sufre graves politraumatismos tras ser animado por los vecinos, que previamente habían colocado colchones en el suelo para amortiguar la caída, a arrojarse por el patio interior. Los vecinos evitaron así que fuera devorado por las llamas o muriera asfixiado.

Un tío de los pequeños, de 46 años, que también se encontraba en la vivienda, resultó herido de gravedad por inhalación de humo. Otras tres personas, entre ellas un bomberos, que sufrió un golpe de calor cuando apagaba las llamas del piso incendiado, resultaron heridas leves en el aparatoso y trágico siniestro, cuyas causas oficialmente se desconocen.

Al lugar de los hechos se trasladaron tres autobombas de bomberos de la Comunidad de Madrid, una autoescala y dos coches de mando de los parques de Las Rozas y Pozuelo de Alarcón.

Fuentes de la Comunidad explicaron que los servicios de emergencias encontraron a su llegada el incendio "muy extendido y avanzado especialmente en la zona del salón", con elevada acumulación de calorías y de humo en el interior de la vivienda. Una vecina del edificio aseguró que escuchó gritar "mucho" a los dos niños, pero pensaba que "se estaban peleando entre ellos". "No se me quitan de la cabeza los gritos de las criaturas", contó.

COLCHONES EN EL SUELO Otros vecinos relataron que "de repente" el patio se llenó de humo negro y acudieron en auxilio de las posibles víctimas alertados por el tío de los pequeños que gritaba: "¡Mis sobrinos! ¡Mis sobrinos!". A continuación, salieron al patio y al ver que no llegaban los equipos de rescate y el niño estaba dispuesto a lanzarse, ya que "no podía respirar", colocaron un par de colchones y pidieron al menor que se lanzara.

El pequeño --según su relato--, se quedó "sin respiración" tras el impacto sobre el suelo. Los médicos que le atienden en el Hospital madrileño Puerta de Hierro calificaron su estado de "muy grave".