Una niña de Alicante de seis años ha recibido 50 puntos de sutura en la cabeza tras ser atacada en plena calle por un perro de la raza rottweiler, han informado fuentes conocedoras del caso.

La agresión ocurrió el pasado martes por la tarde en el barrio de Rabasa, en el extrarradio de la ciudad, y la menor evoluciona satisfactoriamente de la intervención a la que fue sometida en el Hospital General.

Además de esta niña, una hermana de 21 meses sufrió heridas de poca consideración, al igual que el padre, que también fue mordido levemente al tratar de detener la agresión del animal.

UN MACHO Y UNA HEMBRA

Sobre las 19.00 horas, la dueña de una casa de planta baja abrió la puerta de la calle y, en un descuido, salieron al exterior dos perros rottweiler, concretamente un macho (Conan), que fue el que protagonizó la agresión, y una hembra (Sirena).

En ese momento pasaban por la zona las dos menores en compañía de su padre y el rottweiler macho salió lanzado para atacar a la niña de 6 años, ante lo cual el padre forcejeó con el animal y logró meter a sus hijas en el coche, aunque ya con las mordeduras.

La Policía Local acudió al lugar y la Protectora de Animales sedó a los animales antes de trasladarlos a su albergue, donde los dos perros están internados a la espera de lo que decida un juez de Alicante, que ha abierto una investigación por posibles responsabilidades penales y civiles.

COMPORTAMIENTO DESEQUILIBRADO

El presidente de la Protectora, Raúl Mérida, ha explicado que el rottweiler macho "presenta un comportamiento desequilibrado", mientras que la hembra sí parece normal, aunque la dueña explicó a los agentes que los rottweiler son "muy buenos" y que con ella nunca habían tenido un comportamiento agresivo.

Según Mérida, probablemente el rottweiler macho "interpretó" que la niña de 6 años que estaba cerca del domicilio "invadía" su territorio y por eso la atacó en defensa de la dueña.

Los dos perros portaban el obligado chip identificativo pero, según la Policía Local, a la propietaria le faltaba parte de la documentación preceptiva.

Solo presentó a los agentes la cartilla de la vacunación de la rabia del 2009, pero no había registrado a los animales ante la concejalía de Sanidad, como debe hacer por tratarse de una raza potencialmente peligrosa.

UNA SEMANA EN EL HOSPITAL

La niña atacada por Conan se recupera positivamente de las heridas aunque deberá estar en el hospital alrededor de una semana. Según ha relatado su padre, José Pérez, la menor se encuentra "más tranquila y animada" en una habitación del Hospital General de Alicante, aunque todavía tiene bastante medicación para que no le duelan las heridas de la cabeza.

Para ponerle los 50 puntos de sutura, los médicos le han tenido que rapar la parte superior y trasera de la cabeza, y le han colocado un drenaje que ha contribuido a que, por el momento, ninguno de los puntos se haya infectado.

Pérez ha indicado que el rottweiler le propinó dos mordiscos, aunque los colmillos no llegaron a profundizar en el cuero cabelludo. Además de la cabeza, la niña presenta magulladuras de poca importancia en los brazos.

LA MANO EN LA BOCA

La hermana de 21 meses también tiene algunas pequeñas heridas en la cabeza, aunque muy leves, ya que el padre llegó a tiempo para meter la mano en la boca del animal para evitar que diera el mordisco.

La agresión, según ha confesado el progenitor de las niñas, fue uno de los peores momentos de su vida, puesto que temió que "esos animales acabaran" con sus hijas.

Tras llevarse como pudo en su coche a las dos pequeñas al hospital, el padre regresó horas más tarde al lugar del suceso y recibió las disculpas de la propietaria de los perros.

SUSTO Y DISCULPAS

"La dueña es una señora mayor que se ha llevado un gran susto. Me ha pedido perdón y se ha interesado por la evolución de la niña. También nos ha explicado que los perros pasan largos ratos con sus propios nietos, sin que nunca haya pasado nada", ha apuntado.

Pérez se personará en el juzgado que ha abierto diligencias por la agresión para pedir posibles responsabilidades civiles. Ha confiado en que el perro agresor sea sacrificado y ha deseado que este episodio contribuya a aumentar el control de los perros potencialmente peligrosos para que no se repitan este tipo de situaciones.