Consternación. Lo que debían ser unas vacaciones de sol y playa para una familia suiza en la localidad catalana de Castelló d´Empúries se tornaron en tragedia el viernes por la tarde. Un niño de 12 años murió asfixiado al ser sepultado por la arena en la playa de can Comes, cerca de la desembocadura del río Muga. El menor y sus hermanos habían excavado un túnel en una de las dunas.

Según la información de la policía autonómica, la inestable cavidad cedió cuando la víctima había metido medio cuerpo. El enorme peso de lo que le vino encima le dejó sin ningún margen de maniobra y la arena acabó obstruyendo sus vías respiratorias. La hora --era poco después de las 14.30 horas-- y el mal tiempo --cielo estaba nublado-- se aliaron con la fatalidad: había muy poca gente en la playa. Sus hermanos y sus padres tampoco se percataron de lo que sucedía. Hasta que le descubrió el encargado de mantenimiento del cámping Laguna, donde la familia se alojaba, transcurrió un tiempo valiosísimo.

ATENCION El hombre liberó al chaval tirando de sus piernas e intentó reanimarle, sin conseguirlo. Tampoco pudieron hacer nada el socorrista de la piscina del cámping, ni los médicos del ambulatorio de Empuriabrava, que se presentaron al lugar de los hechos poco después. La familia había estaba apurando los últimos días de vacaciones en el cámping.

Alquilaron un bungaló el día 12 y tenían previsto regresar a su país mañana. El Ayuntamiento de Castelló d´Empúries ha lamentado los hechos y ha puesto un psicólogo a su disposición.

No es la primera vez que un ciudadano suizo pierde la vida en una playa de esta zona. En 1980, otro menor de edad fue engullido por la arena en la localidad de Sant Pere Pescador. Lo buscaron infructuosamente durante días pero los padres tuvieron que volver a su país sin el cadáver y con el convencimiento de que había muerto ahogado. Tres años más tarde el cuerpo fue descubierto muy cerca del lugar donde el menor tomaba el sol cuando desapareció.