Edwin Zúniga, un cacereño prodigio del piano de tan solo 9 años de edad, ha cumplido su sueño de estudiar por unos días en la cuna de Mozart, Viena. Ha sido invitado tras deslumbrar en el examen de acceso al que, hasta mañana, será su profesor personal. En este máster internacional, Zúniga es el de menor edad entre sus compañeros, que van desde los 14 hasta los 27 años.

"Su sueño siempre fue Austria", afirma su padre visiblemente emocionado. Durante la estancia en Viena ha recibido tres horas diarias de clase y ofrecido conciertos individuales y con sus compañeros. A su profesor le sorprendió la facilidad y rapidez con la que aprendió la sonata de Haydn que le habían encargado. A pesar de su visible excelencia, "él es muy humilde y yo le he enseñado que nunca sea prepotente", asegura su padre, un profesor de música nicaragüense afincado en Cáceres, también llamado Edwin Zúniga.

Y es que este niño prodigio vivió en su casa desde muy pequeño la pasión por la música. Con 4 años empezó a tocar el violín junto a su madre, la también pianista cacereña María Isabel Flores. Muy pronto se especializó en piano, aunque sabe tocar la trompeta, le encanta el saxofón e incluso llegó a tocar la batería por un tiempo.

Cuando llegó al Conservatorio de Cáceres ya tenía sobrados conocimientos. Incluso era capaz de interpretar piezas difíciles ante el asombro de sus profesores. Sin embargo, el padre del pequeño lamenta que sus docentes no le motivaran como él hubiera deseado, aunque reconoce que "su última profesora le dijo que triunfaría". Edwin Zúniga no solo ha demostrado su talento en Cáceres. Por ejemplo, el año pasado visitó California, donde recibió toda clase de aclamaciones. Recientemente ofreció una audición en Salamanca a la que asistió el alcalde de la ciudad, que "quedó encantado y le ofreció volver este verano".

Su última función antes de partir hacia Austria, en Guadalajara, sorprendió gratamente a los asistentes, entre los que destacaba Valentín García Yebra, uno de los miembros de la Real Academia Española.

"En Cáceres no ha tenido tanto reconocimiento", asegura dolido el padre, que insiste en que no han recibido ninguna ayuda institucional para este viaje, "ni siquiera para pagar el billete". En Viena ya han ofrecido al pequeño continuar su formación el próximo curso, para lo que necesitará un costoso piano de conciertos, ya que "está considerado un concertista profesional" y ellos no pueden pagarlo.

Su progenitor se queja de que la excusa de no percibir estas ayudas es la falta de presupuesto. No obstante, añade que han recibido donaciones personales y apoyos inestimables como los de el exdirector de EL PERIODICO EXTREMADURA José Higuero, su descubridor, y el presidente de Caja Extremadura, Jesús Medina.