Los estudiantes españoles de Primaria mejoran en compresión lectora, pero sus resultados están todavía por debajo de lo deseable, concretamente a 11 puntos de distancia de la media europea y a 12 del promedio de la OCDE, según revela el informe PIRLS (Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora, en sus siglas en inglés), lo que vendría a ser el informe PISA de los alumnos de cuarto de Primaria. En el estudio de la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), hecho público ayer, han participado 14.595 alumnos de toda España, de 629 centros escolares.

Para Xavier Bonal, profesor de Sociología y director del grupo de investigación Globalización, Educación y Políticas Sociales (GEPS) en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), «la desventaja que tienen los estudiantes españoles a los nueve años se debe atribuir a una cuestión educativa». «Deberíamos analizar si no han afectado también los recortes de los últimos años o la formación que tiene el profesorado de Primaria o la cultura lectora con la que llegan estos niños a la escuela», observa Bonal.

La Comprensión Lectora es una competencia clave --«esencial», la califica Bonal-- para el aprendizaje de cualquier menor, pese al avance que en los últimos tiempos han experimentado otras formas de comunicación, como la audiovisual, y los cambios que estos nuevos lenguajes han introducido en la manera de ver e interpretar los textos escritos. La lectura (y entender bien lo que se lee) sigue condicionando, pese a ello, la adquisición de la mayoría de conocimientos que adquiere un niño en otras materias. «Sin duda, ha habido un cambio generacional importante en esta materia y tal vez el PIRLS debería estudiar la posibilidad de evaluar otros lenguajes, como está empezando a hacer ya PISA», añade.

DOS TEXTOS // Las pruebas PIRLS someten a los niños a dos textos bien diferenciados, uno de carácter más literario (en el que se evalúa más la riqueza léxica) y otro informativo (para el que se requiere de mayor habilidad para la obtención de datos). Tanto los catalanes como los españoles obtienen bastantes mejores resultados en el primer texto que en el segundo, a diferencia por ejemplo de los finlandeses y los singapurienses, que son mejores con los textos informativos.

La buena noticia del PIRLS, cuyas pruebas se realizaron durante la primavera del 2016, es que España ha registrado una de las mejoras más significativas de todo el estudio: los estudiantes españoles aumentan su puntuación en 15 puntos respecto al 2011, cuando se realizó la anterior edición del informe, pasando de 513 puntos a 528. Es la subida más destacada de la OCDE, tras Australia (que mejora 17 puntos) e igualada con la de Hungría e Irlanda.

MEJORAS // Otro de los resultados positivos para España es que la proporción de alumnos que presentan bajo rendimiento en Comprensión Lectora es de un 3%, tres puntos mejor que en el 2011 y un punto porcentual por debajo del promedio OCDE y del total de países de la Unión Europea, que cuentan con un 4% de estudiantes rezagados.

El 56% de los estudiantes españoles afirma que les gusta mucho leer, un porcentaje considerablemente superior al promedio de la OCDE (36%) y al total de la Unión Europea (38%), solo superado por Portugal. Los alumnos que manifiestan tener un alto gusto por la lectura tienen una puntuación más alta: obtienen 534 puntos.

La tendencia en comprensión lectora es muy similar a la de matemáticas y ciencias, cuyos resultados se conocieron en noviembre del ejercicio 2016 con la publicación del informe TIMSS, que también realiza la IEA.