Con tanta experiencia como entusiasmo por el periodismo, Nieves Herrero (Madrid, 1957) llega esta noche a Canal Extremadura TV para mostrar a los espectadores las vidas que esconden nombres como los de Lolita, Manolo Escobar o Soraya. En Un día con... , la periodista acompaña a estos y otros personajes famosos por su trayectoria en distintos ámbitos. Hoy será el turno de Concha Velasco.

--¿Y cómo es un día con Nieves Herrero?

--Una auténtica locura, porque sé cómo empieza el día, pero no cómo acaba. Tengo que improvisar y a la vez llevar siempre la agenda, ya que tengo muchas actividades y muy distintas, y a veces se me entremezclan. Puedo tener, por ejemplo, clase en la facultad, ir a montar un reportaje, volver después a la facultad pero porque estoy estudiando Derecho. A veces, tengo que pararme y decir, ¿ahora quién soy, la profesora, la periodista, la estudiante?

--Siendo también un personaje conocido, ¿cómo lleva lo de convertirse en la sombra de otros?

--Muy bien, porque es volver a mis orígenes como reportero. Creo que hice esta carrera porque me gustaba el periodismo puro y duro de calle, el de gastar suela de zapato. Eso me lo enseñaron mis maestros Tico Medina y Hermida, que además últimamente me estaban diciendo que tenía que volver como reportero. Entonces, surgió esta posibilidad que tenía mucho que ver con ese mundo y me lo paso muy bien, porque acabo conociendo al personaje muchísimo, ya que en algún momento dejan de ser el personaje y son ellos mismos.

--¿Y ellos cómo se lo toman?

--Perfectamente. Además, casi agradecen el que se les conozca en todas sus facetas, porque casi siempre solo vemos una cara del personaje, nos parecen antipáticos o muy simpáticos, pero después te das cuenta que detrás hay mucho trabajo. Por ejemplo, fue un auténtico placer estar con Concha: viajamos con ella, le acompañamos en el aeropuerto, en su habitación, en el teatro... Tuve muchos momentos para hablar con ella y en algunos el personaje baja la guardia y Concha se transforma en una mujer, en una madre, en un ser adorable. Pero igual que digo Concha, digo Manolo Escobar, Arturo Fernández, Lolita...

--En esos momentos además surgen sorpresas, como la colección de arte contemporáneo de Manolo Escobar. ¿Cuál es la más grande hasta ahora?

--Me he llevado una sorpresa con Lolita, a la que veía como una mujer de mucho carácter y muy fuerte, que lo es, pero en la que he descubierto muchos miedos. Pero eso hace más grandes a estos personajes, porque demuestra que son seres humanos y te das cuenta del esfuerzo que les ha costado llegar hasta dónde están. De alguna manera, el espectador de Un día con... conocerá desde primera fila todas las dimensiones de los personajes, de arriba a abajo. Acabas sabiendo quiénes son, porque estás un día entero con ellos y no hay personaje que resista 24 horas; acabas viendo al ser humano.

--Pero más que en los pequeños detalles, se queda con lo que hay detrás de su fama.

--Sí, porque a través de su mundo, sus cuatro paredes, sus perros, sus hijos, su mujer... Vas descubriendo las otras caras que no ves, como lo coqueto que es Manolo Escobar o la faceta de prestigioso escultor de Llongueras.