AHumberto Janeiro lo han echado de Ambiciones. Por lo visto, los 2.000 metros cuadrados de la vivienda, más las hectáreas de terreno, no son suficientes para evitar el encuentro con su mujer, Carmen Bazán, de la que está en proceso de separación. Humberto y Carmen son los padres de Jesulín de Ubrique y sus hermanos, Humberto, Víctor y Carmen, componentes de una familia que saltó al ruedo de la fama a raíz de la popularidad conquistada por el torero a golpe de estoque.

Cuando Jesulín ganó los primeros millones, como buen torero, se compró una finca. Lo hizo en Prado del Rey, población que, junto a Ubrique, forma parte de la ruta de los pueblos blancos que va de Cádiz a Málaga. El torero se hizo una casa con blasón, escudo familiar y hasta un tigre, el famoso Currupipi.

Buen hijo --que eso sí lo es el torero--, Jesús puso la finca a su nombre pero dio el usufructo a sus padres. Allí vivió toda la familia e incluso Belén Esteban, la heroína de Moratalaz que se instaló en Ambiciones con su novio y su embarazo hasta que, tras el nacimiento de su hija, Andrea, salió de una casa en la que no le dejaron sitio.

La nueva pareja del torero, más lista que Belén, optó por formar su propio hogar fuera de Ambiciones, que quedó en manos de Humberto y Carmen. El matrimonio se separó y la esposa reclamó al juez que el marido saliera de casa. Este alegó que no se iba porque las dimensiones de la vivienda permitían hacer vidas separadas. Ahora una juez de Ubrique ha ordenado que Humberto salga de la casa. Da la razón a Carmen y considera que, a pesar de los 2.000 metros cuadrados, no hay suficientes ambiciones para todos.