No se lo pensaron ni 24 horas. Poco después de decretarse el estado de alarma en el país, el delegado del sexto curso del grado de Medicina de la Universidad de Extremadura habló con un grupo de compañeros de clase y decidieron que no podían quedarse de brazos cruzados. «Aunque todavía no estemos titulados queríamos echar una mano como fuera», cuenta Daniel Pérez. Así que se pusieron en contacto con uno de sus profesores, el doctor Juan Antonio Cordero, médico de Emergencias del 112, y se brindaron a ayudar.

Desde el pasado lunes están trabajando en grupos de diez personas en una sala dispuesta en el centro coordinador del 112 en Mérida. «Atendemos llamadas que se reciben por el coronavirus para consultas o dudas que no son casos graves y no requieren movilizar recursos, con el objetivo principal de descargar las urgencias y que no se pierdan los problemas urgentes, como ictus o infartos, entre las consultas por coronavirus», cuenta Daniel.

Son casi 90 alumnos extremeños los que se han inscrito en esta iniciativa (los que tienen mayor posibilidad de desplazamiento, ya que desde el 112 les facilitan el transporte desde Cáceres y Badajoz) y trabajan por turnos de diez estudiantes en horario de mañana (de 8 a 15 horas) y tarde (de 15 a 22 horas). «En los primeros turnos nos dieron una pequeña formación y nos informaron de los protocolos a seguir en los casos de coronavirus, pero las recomendaciones del Ministerio se actualizan cada día».

«Como futuros médicos nuestra responsabilidad empieza ya para poder ayudar de cualquier forma posible, no nos podíamos quedar parados sabiendo que el sistema sanitario se estaba sobrecargando y que eso podía afectar a personas con patologías graves y con riesgo de perder la vida», añade Antonio José Bollas, subdelegado de sexto de Medicina.

¿Qué se encuentran detrás del teléfono? «Un poco de todo, pero principalmente gente que tiene síntomas y llama preguntando cuál es el modo de actuación más adecuado, muchas dudas… Nosotros básicamente seguimos el protocolo del Ministerio, les hacemos unas preguntas básicas y les indicamos lo que marcan las recomendaciones. Es un servicio de información y concienciación y tenemos personal sanitario apoyándonos en todo momento. Cualquier caso más grave se deriva a los profesionales».

Tras resolver algunos problemas técnicos surgidos en los primeros días, el servicio telefónico que prestan estos alumnos de los últimos cursos de Medicina en una sala del centro 112 ya está a pleno rendimiento. «En la tarde de ayer, entre las tres y las ocho de la tarde respondimos unas 188 llamadas». Para ellos es «muy gratificante» poder ayudar a la población tras cinco o seis años de estudio y adquisición de conocimientos, «sobre todo a nuestros profesores sanitarios que nos dedican muchas horas de su tiempo y también a los pacientes, porque gracias a ellos estamos aprendiendo mucho».

Un aluvión de llamadas

Para el doctor Cordero también es muy gratificante y «todo un orgullo» tanto la implicación de sus alumnos como el hecho de que pensaran en él para poner en marcha la iniciativa.Este médico y profesor trabaja en la unidad medicalizada del 112 en Badajoz y justo se encontraba de guardia el pasado sábado cuando le llegó el ofrecimiento de los estudiantes que rápidamente hizo llegar a los responsables del centro coordinador. «Al principio consideraron que no era necesario, pero a la mañana siguiente, antes de salir de la guardia el director del 112 me dijo que sí, que por favor necesitaban esa ayuda porque estaban recibiendo un aluvión de llamadas y habían decidido hacer un filtro inicial cuando la llamada no fuera por una emergencia sino por una consulta de coronavirus».

Así, ese mismo domingo organizaron los turnos entre todos los estudiantes que se fueron apuntando y a día de hoy está todo cubierto hasta finales de marzo. «Su labor consiste en que cuando entra una llamada que es una consulta, que no se trata de activar un recurso ni nada, se le desvía, ellos tienen un formulario para que hagan una serie de preguntas y en función de eso contestan y resuelven las dudas de los pacientes», explica el médico, que de momento está viviendo esta situación de alerta sanitaria con relativa normalidad.

«La verdad es que la gente se está comportando y está utilizando los servicios de urgencias para lo que realmente se deberían usar siempre», valora. Eso sí, su carga laboral está aumentando porque la mitad de sus compañeros médicos de emergencias en Badajoz presentan patologías previas y deben protegerse frente al coronavirus. «Esperemos que los que quedamos sigamos activos, de momento tenemos algún turno de más, pero una cosa asumible y tolerable».