--Publica usted un nuevo libro (y van 18) esta vez sobre Valeriano Gutiérrez Macías, el cantor de la tierra parda. ¿Cómo hace para escribir tanto?

--El gran problema del escritor es que no se puede escribir una obra si no tienes un editor o un mecenas, yo he tenido suerte de que en estos 18 libros el 90% ha sido gracias a editores mecenas que han sufragado los costes, porque si no las ediciones son muy caras.

--¿Cuánto tiempo le ha llevado escribir este libro?

--Me llevó un año, entre documentación y la redacción. La documentación ha sido a través de los libros que escribió Valeriano y sus artículos. He leído muchos periódicos de la época.

-Primero hay que documentarse pero luego hay que escribir...

--Me siento delante del ordenador cinco horas al día. Todos los libros tiene mucho flecos. Hay veces que acabas un libro y encuentras que falta algo. Necesitas hacer un estudio exhaustivoal final, fijarte mucho en los detalles. Una vez que está cerrado encuentras cosas que podrías haber hecho de otra manera. Como dijo Cela a errata es un microbio que hace casa permanente en el libro.

--¿Quién era Valeriano Gutiérrez Macías, el protagonista de su libro?

--Uno de los últimos hombres humanistas o renacentistas que lo quieren abarcar todo. Nació en Garrovillas y durante muchos años investigó las raíces y los ancestros del terruño. Era heraldo un de nuestras cosas, de nuestros hábitos y costumbres fue un gran colaborador en periódicos y revistas, también militares porque el fue coronel del ejercito. Fue corresponsal de ABC en Cáceres. También fue el que organizó el homenaje que se da a Gabriel y Galán todos los 6 de enero en Cánovas.

--¿Y también político?

--Pasó también por la política, fue concejal del ayuntamiento de Cáceres, teniente alcalde con Casto Gómez Clemente y con Alfonso Díaz Bustamante, y también diputado provincial con Manuel Brañas.

--¿Qué tiene usted ahora entre manos?

--Tengo un par de libros preparados para la imprenta, además tengo planeada una novela ambientada en la Extremadura de la postguerra. Aunque claro, las novelas son bastante más difíciles de publicar.