TCtonfuso ando hoy a la hora de escribir estas líneas, para empezar porque no sé si sirven para algo más que para darme un poco de respiro íntimo. Si así son, inútiles son. Pero por mí, y por nadie más, me sobrepongo y trato de encontrar un asunto con el que llenar no sé cuántos caracteres con o sin espacio. Y me viene la imagen de esos niñatos, nazis y ociosos que, entre risotadas babosas, se dedican a grabar en sus móviles palizas y humillaciones a indefensos. Y este desasosiego es atravesado por el silencio ensordecedor de los 45 subsaharianos que, buscando la luz de Canarias, encontraron en el mar la oscura raíz de su negritud. Y entonces me ahogan las lágrimas de esa chiquilla de cinco años, medio muerta por la paliza que le dieron sus progenitores, A o B, o A+B, y que me ofrece sus cardenales y su sangre sin entender, porque no puede, qué mal ha hecho para que la traten así. Y, a su lado, me encuentro a la mujer acuchillada por su compañero, el mismo que tenía una orden de alejamiento que infringió porque la justicia, inútil, aún es incapaz de prevenir tanta muerte anunciada. Y al filo de mis manos repiquetea la tristeza de ese padre de familia que, veinte años atrás, robó un jamón y un televisor y ahora, rehabilitado ya con mujer y tres hijos, debe ingresar en la cárcel para cumplir condena, porque la justicia, reitero, es así de imbécil y de injusta...

Mientras, este fin de semana, el PP jugando a Operación Triunfo y el PSOE a Tele Tienda. Y yo aquí, delante del papel, sin saber de qué escribir. jabuizaunex.es