No hay destino del todo seguro ni viajero suficientemente precavido. Todas las ciudades tienen alguna zona conflictiva o de riesgo, aunque sea pequeña. Por eso la precaución y el sentido común son el mejor consejo al viajar. Los grandes destinos turísticos tienen puntos negros.

EUROPA

En Londres conviene extremar la precaución los fines de semana en las zonas de bares. En el extrarradio es mejor evitar las estaciones de tren y metro de noche. No se debe aceptar jamás los servicios de taxis clandestinos ya que ha habido agresiones. En París, el distrito 10º es el más peligroso: uno de los puntos negros es la estación del Norte, donde son frecuentes las peleas entre bandas juveniles o entre jóvenes y policía. Le siguen los distritos 2º, desde la plaza de la Opera hasta el Sentier, y 3º, al norte del Marais, junto al Pompidou. Y no es aconsejable ir de noche al bosque de Boulogne.

En Berlín han aumentado las agresiones en los transportes. Algunos barrios del extrarradio, como Marzahn o Lichtenberg, han sido escenarios de agresiones racistas, aunque el número de robos ha bajado.

La Roma turística no presenta excesivos peligros. Si el visitante no frecuenta el extraradio, tendrá solo que vigilar su bolsa donde haya aglomeraciones y en los autobuses más usados, como el 64, que va al Vaticano. También hay que vigilar en Trevi, las plazas de España y Navona, el Panteón y la estación Termini. No pasear de noche por Villa Borghese.

Lisboa tiene barrios peligrosos en zonas como Cova da Moura. Los barrios de Intendente, Anjos y Casal Ventoso, en la zona histórica, son punto de encuentro de traficantes de droga, además el mayor problema es el robo de coches.

En Moscú hay que evitar barrios periféricos, sobre todo del sureste, y estar atento en el metro a los carteristas.

En Estambul los peligros están apartadas del circuito turístico. En Turquía, solo son problemáticas las provincias fronterizas con Irak (Sirnak y Hakkari).

AFRICA Y ASIA

En Marraquech, la ciudad favorita de los españoles en Marruecos, hay que evitar los falsos guías, que lo que buscan es una comisión en los bazares. Y si se viaja por zonas desérticas, no hay que salirse de las pistas marcadas. En El Cairo hay mucha presencia policial y el celo por la seguridad ha hecho que las autoridades egipcias no vean con buenos ojos que los extranjeros viajen a ciertas zonas del país por haber sido feudo en el pasado de grupos extremistas islámicos. Si se desea visitarlas es obligatorio ir con escolta policial.

En Nueva Delhi el caótico tráfico es uno de los grandes peligros urbanos. Se debe andar con los ojos abiertos en las abarrotadas callejuelas de la ciudad vieja y mercados como los de Karol Bagh o Sarojini. En Bombay, el inmenso barrio de chabolas de Dharavi es peligroso.

AMERICA

La capital de México presenta unos índices de delincuencia solo superados en las regiones del narcotráfico. En el DF los lugares peligrosos comprenden el centro y casi todos sus arrabales. Ningún turista iría a Iztapalapa o Netzahualcóyotl, pero quizá sí a los locales nocturnos de la Cuauhtémoc. Y no digamos al centro histórico, que encabeza la lista de colonias peligrosas. Hay que ir de día y moverse en taxis de seguridad.

Más segura es Buenos Aires, donde los barrios de Mataderos, Bajoflores o Lugano se encuentran fuera del circuito turístico. Hay tener cuidado con la picaresca y los timadores que se mueven en los aeropuertos y en los taxis no oficiales.

En Sao Paulo y Río de Janeiro, a pocos turistas se les ocurre adentrarse en las favelas, pegadas incluso a las zonas residenciales. En las playas de Río (Leblon, Copacabana e Ipanema) hay que ir con lo puesto. De noche, el paseo al borde del mar puede ser amargo. Lo mejor es tormar un taxi y evitar el distrito financiero.

En Estados Unidos, Washington y Nueva York han dejado atrás los elevados índices de criminalidad de los años 80. En la capital, barrios como Adams Morgan, Shaw o Chinatown ya no son territorio comanche. En Nueva York, los turistas pueden ir tranquilos en Manhattan y en las zonas más cercanas de Brooklyn. Tampoco el Bronx es el barrio que pintaba el cine hace dos décadas. Ahora es East New York, en Brooklyn, el área más peligrosa. En Miami, no hay que alejarse del distrito Art Decó y de Lincoln Road y mucho menos merodear por la playa.