La reina Noor, tan fina y tan selecta, está batiendo un récord de ventas con su libro de memorias en las que da cuenta del lado más rosa de su vida, incluidas las dos décadas que pasó en Jordania como esposa del fallecido Hussein. Noor, nacida Lisa Halaby, vino a sustituir como mito glamouroso de Oriente Próximo a la legendaria Farah Diba, la tercera esposa del Sha de Persia, que tuvo que salir por piernas de Teherán después del triunfo de la revolución del ayatolá Jomeini.

Noor y Farah coincidieron en el poder consorte sólo dos años, los que median entre la boda de la primera con Hussein, y la salida de Irán del Sha y su señora. Aun así, según relata la viuda del anterior rey de Jordania, tuvieron una relación intensa, ya que en aquellos convulsos años (1978-1980), Hussein fue el encargado de explicarle a Reza Palhevi la necesidad de introducir cambios en su forma de gobernar. Evidentemente, el fallecido Sha no le hizo ningún caso y así le fue. Noor explica que los encuentros entre las dos parejas reales le permitieron observar que entre el Sha y Farah, ésta era la lista.

La cuestión es que, pasados los años, tanto Noor como Farah, por razones distintas, han dejado su posición de privilegio. La vida de la viuda del Sha ha acabado siendo más dura que la de Noor, que puede vivir holgadamente gracias a los bienes y el prestigio de Hussein. La viuda del Sha pagó sus excesos y los de su marido y recientemente ha pasado por la tragedia del suicidio de su hija menor, Leila. Ahora, Farah rivaliza con Noor con un libro de memorias mucho más duras y realistas que las de ésta. Conclusión: la lista no era Farah, sino Noor.