Será muy difícil que el Gobierno atienda las demandas de prórroga de la regularización extraordinaria de inmigrantes formuladas por algunas organizaciones. El reglamento de extranjería que dio vía libre al proceso establece que éste durará "tres meses" y para modificarlo es necesaria una tramitación que los juristas estiman que duraría más de un mes, mientras que el proceso acaba dentro de tres semanas, el próximo 7 de mayo.

Se trata del mismo obstáculo con que se topó el Ejecutivo para aceptar documentos alternativos al empadronamiento para probar la estancia en España. Para poder admitirlos ha tenido que recurrir a una interpretación forzada del empadronamiento por omisión, porque el reglamento establecía claramente que los solicitantes tenían que figurar en el padrón de algún municipio español.

Fuentes de Trabajo confirmaron la existencia del obstáculo legal, aunque aseguraron que aunque no fuera así tampoco se prorrogaría el plazo. El ministerio considera que hay tiempo suficiente. Los inmigrantes podrán dirigirse a los ayuntamientos a partir del próximo lunes y les bastará con presentar posteriormente en la oficinas de regularización el resguardo de haber solicitado el alta retroactiva en el padrón.