Los bomberos portugueses consiguieron controlar ayer el violento incendio que comenzó desde el pasado jueves en los alrededores de la localidad de Mafra, unos 50 kilómetros al noroeste de la capital, pero registraron nuevos fuegos en el centro y norte del país luso.

El Centro Nacional de Operaciones de Socorro informó que fue dominado el violento incendio de Mafra, cuyas nubes de humo lograron cubrir el sábado, la capital portuguesa, pero se mantienen en alerta debido a que el fuerte viento puede reavivar las llamas.

Otro de los grandes fuegos que comenzó desde el jueves en la sureña sierra de Monchique (Algarve) y se extendió a la región de Alentejo, todavía no ha podido ser controlado totalmente por los bomberos lusos. Los nuevos fuegos se registran ahora en la región de Santarém (centro del país) y en uno de estos incendios fueron destruidas las instalaciones deportivas de la localidad de Amiais de Baixo.

El alcalde de Santarem, Rui Barreiro, declaró que la situación es "muy complicada", aunque los fuegos están siendo combatidos por 200 bomberos.