Angel Custodio Dalmau (Tremp, 1958) y su hermano, David, cruzaron moda y diseño gráfico y conquistaron el mercado. Primero con Custo Line, y luego con Custo Barcelona. Desfilaron por primera vez en Nueva York en 1997, Hollywood les respaldó y en el 2003 recibieron el Kore a la creatividad, el equivalente al Oscar de la moda. Y siguieron en ebullición. Acaban de inaugurar tienda en Kuwait y en un par de años abrirán 20 más en Arabia Saudí, Emiratos Arabes y Qatar, y otras 10 en Brasil.

--Ha abierto un frente contra Desigual.

--Cerramos las tiendas de Pekín y Shanghái porque poníamos en el escaparate una camiseta a 70 euros y en la acera la vendían a 5. Pero lo más sorprendente y doloroso es que nos fusilen descaradamente aquí, en Barcelona, los de casa.

--Le obsesionan los falsificadores, imitadores, piratas varios...

--¡Es que nos están dando mucha caña! Dedicamos mucho tiempo, gente y dinero a defender los derechos de nuestra propiedad intelectual, a intentar que la gente no se aproveche de nuestro trabajo, de nuestra filosofía de marca.

--No es fácil demostrar la copia de una filosofía.

--La legislación fue concebida hace 50 años. Pero ahora se empieza a perfilar el concepto penal de copia inteligente y reiterada. Veremos que ocurre.

--¿Qué mensaje le pondría ahora a una de sus camisetas.

--Vive y deja vivir. Se empeñan en no hacerlo. Revolotean alrededor de nosotros como moscardones.

--¿Recuerda qué estampó en su primera prenda.

--Un sol, una palmera y una ola en laca blanca sobre una camiseta azul eléctrico de hombre. Tenía 24 años. En estos 27 años hemos hecho 21.000 piezas.

--¿Pura disciplina?

--Puro entusiasmo. Y a mis 50 años hay veces que incluso supero el entusiasmo inicial.

--Cincuentón. ¿Eso cambia mucho las cosas?

--No. El tiempo ha pasado sin apenas darme cuenta. Supongo que mantengo un punto de inmadurez crónico... Y afortunadamente la mecha sigue encendiéndose. A partir de una canción oída, de una película vista, de un mercado callejero...

--¿El secreto para no desfallecer?

--Mi suerte fue competir en gimnasia desde los 9 hasta los 23 años. Pasé 14 años encerrado en un gimnasio. Fui tres veces campeón de España y estuve en el equipo olímpico. Eso me dio espíritu de sacrificio.

--Y la alta costura ¿No le tienta?

--No tenemos esa ambición. Ya es un enorme reto el ser capaces de reinventarnos cada seis meses. Desarrollamos más de mil grafismos en cada colección.

--¿La crisis les afecta?

--No ha hecho más que empezar, pero nosotros este julio hemos vendido el doble que el año pasado.

--En estos tiempos de crisis, ¿compartiría la fórmula?

--Hay que saber transmitir entusiasmo para que la gente compre.

--Oiga, ¿dónde está su pecado?

--Es la impaciencia. Tengo una relación con el tiempo equivocada.