TEtl circo ya no es lo que era. La magia ha desaparecido, se ha quedado en las antiguas carpas con olor a algodón de feria y madera vieja. Los circos se han transformado en modernas instalaciones que ofrecen todo tipo de servicios y las caravanas de los artistas son viviendas de lujo con parabólica y conexión a internet. Los olores que se desprenden de la pista ya no envuelven ni atrapan, quizás porque tampoco la programación circense se parece a la de antes. Es cierto que el riesgo se mantiene en los números, pero ya no hay truco, es decir, ha desaparecido el engaño y supongo que todo se debe a que la realidad puede ser más espectacular que la fantasía. Hace unos días un artista enano que participaba en el festival de circo Fringe , en Edimburgo, tuvo que ser hospitalizado de urgencia tras introducir el pene en una aspiradora. Daniel Blackner , apodado Capitán Dan , el enano demoníaco, realizaba un espectáculo en el que intentaba atravesar el escenario con su pene dentro de un tubo de aspiradora. Para ello, el pequeño capitán se había fabricado un dispositivo que unía su órgano sexual circense con el aparato succionador. La mala fortuna hizo que el tubo se rompiera poco antes del número, por lo que el enano demoníaco decidió repararlo con un pegamento extrafuerte. El problema es que el pegamento no secó lo suficientemente rápido. Así que el Capitán Dan no sólo cruzó la pista del circo pegado al tubo de la aspiradora, también tuvo que recorrer media ciudad hasta llegar al hospital, en el que los sanitarios precisaron varias horas de espectáculo y fantasía para despegar el aparato adherido a los bajos del artista. El circo ya no es lo que era, ni las aspiradoras tampoco.