La gala de Miss España nunca finaliza sin dar la nota. El espectáculo, emitido la noche del domingo por la cadena Tele 5, bastante gris y a mayor gloria del biquini, fue interrumpido en la primera criba de guapas por la intervención del notario, al que al parecer no le cuadraban los datos. El patinazo del ordenador permitió que cambiase la cara atónita de Natalia López, Miss Barcelona, ya que se enmendó su descalificación y pudo entrar en la segunda ronda.

Más sorprendente fue la reñida final, con las representantes de Girona (Verónica Hidalgo, elegida finalmente Miss España) y Lleida Mireia Verdú), en la que hubo un cambio de liderazgo por los votos de Tamara y Rocío Madrid. Los hombres del jurado se inclinaron por la joven de Lleida, pero algunas de las mujeres se desmarcaron, por sorpresa, en favor de la gerundense por razones poco claras, y redujeron al mínimo los votos a la rival.

Otra de las polémicas de la jornada fue el robo de bolsos y cámaras durante la gala, a la que no se invitó a los perdedores del título de Míster España, por lo que algunos la vieron en el televisor del salón del hotel.

Escándalos a parte, Verónica Hidalgo --gerundense, de 23 años, 1,78 de estatura y unas medidas de 89-60-90 mezcla de naturaleza y aeróbic, y tan apasionada del voleibol que jugó en la selección catalana-- fue investida reina de la belleza española. Hidalgo será la encargada de representar a la belleza española en el certamen de Miss Universo.

La nueva reina, que hasta ahora no se había preocupado de temas serios, dice que ahora leerá diarios y tratará de estar al día para reforzar su imagen.

FOTOGRAFA DE BODAS Esta joven fotógrafa "de bodas, bautizos y comuniones" (aunque con "aspiraciones artísticas", puntualiza) logró la corona en un fraternal duelo con una de las grandes favoritas, la leridana Mireia Verdú, una estudiante de 21 años, 1,79 de altura y 92-63-92, que recibió de consolación el ir a Miss Mundo. "Aún no me lo creo, pensaba que ganaría Miss Lleida", explicó Hidalgo (en la foto, en el centro, flanqueada por Verdú y Laura Ojeda, la segunda dama), que ahora mira hacia el título de Miss Universo. Su rival y sin embargo amiga, Verdú, aceptó la derrota y resaltó que estaba "muy contenta".

La nueva Miss España dejó clara su situación sentimental. "Tengo novio, que fue el que me animó, junto con mi familia, a presentarme", explicó, y añadió que Jordi, el afortunado mozo, está ahora un poco asustado por lo que pueda ocurrir, ya que ella tendrá que pasar mucho tiempo en Madrid. "Hemos hablado y le he dicho que le quiero mucho", confesó la joven, que vive con sus padres. Los fines de semana los pasa con su novio, quien en la gala, en un vano intento, trató de hacer creer que era un amigo.

Al hablar de sus cualidades, Verónica destacó "la sonrisa" y se definió "sencilla y trabajadora". Al jurado cree que le gustó su discurso "hablado con el corazón". En cambio, temió que le perjudicase el tatuaje que lleva donde acaba la espalda.