A las 11.15 horas nos vamos de boda, pero los novios no lo saben. Hay que ponerse guapos y conectarse por videoconferencia al grupo de reuniones. Dicho y hecho. Más de 50 profesores y personal de administración del colegio Maristas de Badajoz quisieron dar ayer una sorpresa a la secretaria del centro, Isabel Olalla Durán, para mostrarle su apoyo y cariño el día que se iba a celebrar su enlace, pospuesto a causa de la crisis del coronavirus.

Ellos con chaqueta y corbatas, ellas con sus mejores galas y tocados. El ‘gancho’ fue el director del colegio, Gregorio Bartolomé Delgado. Llamó por videoconferencia a Isabel para revisar algunos asuntos del colegio...y de repente se escuchó ‘¡sorpresaaaaaa!’. Sus compañeros fueron apareciendo en la pantalla para transmitirle a ella y a su pareja, Rafael Domínguez, sus mensajes de ánimo, tras lo que rezaron una oración.

«No nos esperábamos nada, nos hemos emocionado mucho, ha sido maravilloso sentir el cariño y esa unidad de cole. Solo puedo decir gracias», decía Isabel. «Cuando los veía vestidos de invitados, muy preparados, aunque algunos llevaban el pantalón del pijama (ríe)... Es muy bonito sentir como te arropan», decía la novia, que agradecía que todos hubieran puesto tanto empeño en preparar esta sorpresa surgida de la dirección del centro. Por eso los novios no pudieron negarse a bailar El Danubio Azul antes de la despedida.

Son conscientes de que hay muchas familias que están atravesando momentos muy duros a causa de la pandemia, por eso no quieren lamentarse de su situación, aunque ayer no pudieron evitar sentir cierta tristeza al pensar que sus planes eran muy diferentes para este día.

La pareja, que iba a celebrar la ceremonia en La Garrovilla y el convite en Badajoz, anuló la boda hace más de dos semanas. Ya tienen nueva fecha para darse el ‘sí quiero’: el próximo 18 de julio. «Espero que ese día sí podamos casarnos rodeados de familia y amigos», confiaba Isabel.