"¿Has visto a la duquesita?". Es la pregunta del millón de dólares en Ibiza. Los paparazzi se mueren por las fotografías --al parecer, unas tórridas imágenes que confirman gráficamente la relación de Eugenia Martínez de Irujo y Gonzalo Miró están a punto de salir a la calle-- mientras los protagonistas de uno de los romances del verano siguen negando la historia. A puerta cerrada, sin embargo, Eugenia presenta en la isla al apuesto hijo de Pilar Miró como su pareja. Eugenia goza de un estatus en la isla que le permite beber y bailar sin que se le pueda tomar una sola foto desmadrada. En la discoteca Pachá, su favorita, está prohibido retratarla por decreto ley. Pero en las reuniones privadas con sus amigos, la ex de Fran Rivera no se corta en mostrar el amor veraniego que mantiene con Miró. "Este es mi chico". Así lo presenta a sus allegados, según fuentes presenciales. Pero en su círculo, y pese a la historia que vive la pareja, las apuestas se disparan hacia el inmortal efecto imán que aún ejerce Rivera sobre la duquesa de Montoro.