Un nuevo destino turístico carente de playas paradisiacas y con temperaturas más bien frescas se incluye estos días en la lista de favoritos: la remota ciudad siberiana de Novosibirsk. La tercera metrópoli de Rusia, con cerca de millón y medio de habitantes, acoge esta semana a más de 20.000 visitantes de todo el globo con el objetivo común de observar el eclipse total de Sol que tendrá lugar el próximo viernes, cuyo máximo durará tan solo dos minutos y 27 segundos. Diversas agrupaciones astronómicas españolas se desplazan estos días hacia la lejana localidad. Tras un largo viaje, ahora se enfrentan a un temible inconveniente: las nubes. Los cazadores de eclipses cruzan los dedos para que los meteorólogos yerren un pronóstico que indica un viernes de mañana lluviosa y tarde soleada.

COMISION ESPECIALLas autoridades de Novosibirsk han creado una comisión especial encargada de la logística necesaria para acoger a tal contingente de visitantes: han montado campamentos en las afueras como alternativa a los hoteles, han instalado unos 150 telescopios, han habilitado 16 miradores en distintos puntos de la ciudad...

El eclipse será total a lo largo de una estrecha franja que empieza en el norte de Canadá, atraviesa el casquete polar y continúa en dirección sureste por Siberia, Mongolia y, finalmente, China. Dos localidades aún más inaccesibles han atraído a otras expediciones españolas, que viajan hacia las ciudades de Altai (Mongolia) y Yiwu (China), ambas en el desierto del Gobi, cuyo clima, seco y tórrido, favorece los cielos despejados.

Uno de los medios de transporte que más adeptos ha generado para alcanzar Novosibirsk ha sido el tren. Los componentes de las agrupaciones astronómicas de Cartagena, de la región de Murcia y la asociación canaria Shelios optaron por volar hasta Moscú, tomar allí el Transiberiano y apearse en Novosibirsk después de dos días de viaje.

Los miembros de la Agrupació Astronòmica de Sabadell, en cambio, se desplazaron en avión. Unos 43 volaron directamente hasta la capital siberiana mientras que un grupo más reducido de la misma entidad saltó directamente hasta la capital mongola. El segundo ya ha montado el campamento en un punto estratégico que, según sus portavoces, "les permitirá observar cómo los rayos de luz del contorno solar se van haciendo visibles a través de los valles montañosos del contorno lunar, un fenómeno breve pero también muy espectacular".

RUTA CHINA Hace ya 10 días, un reducido grupo de astrónomos y aficionados de la expedición Saros, de Gran Canaria, empezaron el largo peregrinaje hasta Yiwu siguiendo la ruta de la seda desde Pekín. El largo camino tiene todavía más mérito, ya que en el Gobi, el punto culminante del eclipse, será incluso más efímero que en la ciudad siberiana --unos dos minutos--.

Sea cual sea la ruta elegida, todas las expediciones aprovecharán para conocer rincones del mundo que quizá no hubieran visitado de no haber existido la excusa del eclipse. De hecho, las personas que han acudido a observar el fenómeno tienen muy claro un objetivo, que incluso se antepone a la observación del eclipse: pasárselo bien.