La central nuclear de Ascó ha finalizado las obras de construcción del emplazamiento donde se almacenarán parte de los residuos radiactivos que genera con su funcionamiento, y actualmente está realizando las "pruebas de verificación" para comprobar que el traslado desde las piscinas de combustible gastado cumple con todos los requisitos de seguridad.

Fuentes de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs (Anav) han explicado a Europa Press que el denominado almacén temporal individual (ATI) está "físicamente a punto", y está previsto que la carga de los primeros dos contenedores se realice en los próximos meses.

"Estamos trabajando en las pruebas previas a la primera carga", han puntualizado, ya que el traslado se realiza mediante un vehículo preparado específicamente para el transporte, y que se desplaza a través de las vías internas del complejo nuclear.

Anav tramitó la petición para construir el ATI en enero de 2010 y empezó las obras en octubre de dicho año, ante la imposibilidad de que se finalizara a tiempo el almacén temporal centralizado (ATC), y que aunque el municipio de Ascó se presentó como candidato a acogerlo será finalmente construido en Villar de Cañas (Cuenca).

El silo nuclear concentrará todos los residuos generados en España, también los procedentes de la clausurada Vandellòs I y que actualmente guarda Francia, pero hasta que ello suceda Ascó necesita un ATI, tal y como ya sucede en la actualidad con otros dos emplazamientos al aire libre --en Trillo y en Zorita, ambos en Guadalajara--.

El ATI de Ascó, ubicado en una zona no inundable, está formado por una base de dos losas de hormigón de 40 metros de longitud, 11 de ancho y 60 centímetros de profundidad, tiene una capacidad para almacenar 1.032 elementos de combustible gastado repartidos en 32 contenedores y es resistente a terremotos de más de 6 grados en la Escala Richter.

La necesidad de ponerlo en marcha responde a que Ascó I debe vaciar parte de su piscina antes de realizar la próxima recarga de combustible, prevista para abril de 2014, ya que dichas piscinas "siempre" deben tener la capacidad necesaria para almacenar los 157 elementos que conforman un reactor completo.

Dos contenedores

Los dos primeros contenedores estarán compuestos por 32 elementos cada uno, ha explicado Anav, ya que en el caso de Ascó II "existe un poco más de margen" antes de que sea necesario vaciar parte de la piscina, que todavía tiene capacidad para hacer frente a una o dos recargas más.

En enero de 2012 se produjo la última recarga de Ascó II, y dado que cada una confiere un nuevo ciclo de funcionamiento de 18 meses, la próxima está prevista para el mes de abril de este año --Ascó I la completó hace dos meses--.

En cada recarga nuclear se sustituyen alrededor de un tercio de los componentes del reactor, después de completen tres ciclos de vida, y son sustituidos por elementos nuevos que se recombinan con el resto para confeccionar el nuevo núcleo.