Estudiantes y profesores de toda España y están convocados este miércoles 26 de octubre a una nueva huelga general contra “las reválidas franquistas”, la LOMCE y por la reversión de los recortes. Será la primera del curso 2016-2017 y la tercera que se lleva a cabo durante el año y medio escaso que Íñigo Méndez de Vigo lleva al frente del ministerio de Educación.

La protesta tiene lugar en un momento clave, cuando está a punto de constituirse el nuevo Gobierno que debe despejar las dudas sobre que va a pasar con las reválidas que tienen en vilo a toda la comunidad educativa. Toda la oposición parlamentaria y la gran mayoría de organizaciones sociales están en contra de una evaluaciones que pueden dejar sin titulación a estudiantes que hayan aprobado toda la secundaria y el bachillerato.

ACUERDO PARA UNA MORATORIA

El acuerdo de investidura firmado por Ciudadanos y el PP establece en su punto 78 la congelación del “calendario de implementación de la LOMCE en todo aquello que no hubiera entrado en vigor”. La única cuestión relevante que aún no ha entrado en vigor son las reválidas, aunque el ministerio sí ha aprobado el decreto que desarrolla si implantación. Este establece, sin embargo, que la de la ESO no tendrá este año valor académico y el de Bachillerato equivaldrá al de la Selectividad.

La diputada de Ciudadanos Marta Martín aseguró la pasada semana que el Ministerio de Educación se ha comprometido con su partido a establecer esa moratoria de la reválidas "hasta que se negocie el pacto nacional por la educación" recogido por el acuerdo de investidura, aunque los portavoces del ministro no han querido confirmarlo.

Los organizadores de la huelga, el Sindicato de Estudiantes y la Confederación de Asociaciones de Padres Ceapa, se han mostrado convencidos de que tendrá éxito tras conseguir el apoyo de la mayoría de sindicatos de profesores, como UGT, CCOO y STES, así como el de otros colectivos encuadrados en la Plataforma Estatal por la Escuela Pública.