Después de la escuela, será el turno de la universidad. Una vez enviado al Congreso el controvertido proyecto de ley orgánica de mejora de la calidad educativa (LOMCE), la prioridad del ministro de Educación, José Ignacio Wert, es ahora la reforma universitaria, que quiere que sea de gran calado y que equipare el sistema universitario español al del resto de Europa. Al menos en lo relativo a la financiación y a sus órganos de gestión. La intención es que la nueva norma esté lista a finales del 2014. El fin es asequible, porque es de prever que, para esta segunda gran ley de su mandato, el ministro obtendrá más apoyos que en la reforma de los estudios de primaria, secundaria, bachillerato y FP, en la cual por ahora el PP está solo.
Wert cuenta con el consenso de un nutrido grupo de rectores y de casi todos los responsables autonómicos de universidades, que reclaman desde hace tiempo que el Gobierno "dote a la universidad de un modelo de financiación estable, que racionalice sus estructuras, que reduzca los órganos de gobierno y que adecúe la oferta académica a las demandas de la sociedad", como pidió recientemente Adelaida de la Calle, presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).
Las discrepancias, que las hay, vienen cuando se habla de "los procedimientos" propuestos, entre otros, por el comité de sabios que, a petición de Wert, ha elaborado un informe para modificar la gobernanza universitaria. De la Calle reclamó al ministro, en una intervención aplaudida por medio centenar de rectores reunidos en Málaga a principios de este mes, que no supedite la universidad a "los vaivenes de la política y las ideologías".
La presidenta de la CRUE aludía así al papel destacado que los expertos consideran que hay que dar a las comunidades en los patronatos que, a su juicio, deben regir la universidad. Tampoco ve claro que se primen las políticas de contratación de profesores, como piden los asesores de Wert, en lugar de dar estabilidad a docentes e investigadores con un puesto de funcionario.
