Tras un periodo de relativa calma, al menos en las calles, estudiantes, profesores y familias de alumnos vuelven esta semana a la carga contra la ley orgánica de mejora de la calidad educativa (LOMCE) que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, quiere aprobar antes del verano. La que es ya la segunda semana de lucha del sistema educativo español este curso --convocada a partir de hoy por el Sindicato de Estudiantes (SE)-- no será, sin embargo, unánime.

Así, mientras las manifestaciones previstas esta semana cuentan con el apoyo de las plataformas de profesores, entidades de renovación pedagógica y las principales organizaciones de padres y madres, la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (Ceapa) se ha desmarcado esta vez de la huelga de tres días prevista en la educación secundaria.

Aunque los sindicatos de profesores estudian convocar su propia huelga si Educación no retira el anteproyecto, de momento, estas organizaciones han mostrado su apoyo, dentro de la Plataforma en Defensa de la Educación Pública, a las manifestaciones convocadas en una treintena de ciudades por el SE el miércoles y el jueves.

LOS MOTIVOS Las protestas son para denunciar la regresión que la reforma supondrá en materia pedagógica (con reválidas al final de cada etapa y la separación de los alumnos de cuarto curso de ESO en función de si van a estudiar luego bachillerato o formación profesional). También critican los beneficios que reportará a la escuela privada y la religión católica y el ataque de la ley del ministro Wert a la enseñanza del catalán, el vasco y el gallego.

Además, los alumnos de secundaria han sido convocados por el SE a una huelga de 72 horas (martes, miércoles y jueves), a la que los menores de 15 años no podrán adherirse sin autorización de sus padres o tutores. "Los jóvenes españoles no van a dejar de salir a la calle hasta que dimita el ministro peor valorado del Gobierno", anunció el portavoz del SE, Thoil Delgado. El sindicato espera que el Ministerio de Educación tome nota de las jornadas de protesta y modifique su política. En caso contrario, amenazaron con una respuesta "más contundente", a la que invitarán a alumnos de formación profesional y de las universidades.